Potencia Sensorial es una compañía que nace de la mano de las ideas de Luciano Baca, allá por 2014. Él es actor y estudiante de Derecho; en 2015 viajó a Buenos Aires por una beca de estudio, empezó una búsqueda de inspiración y aprovechó para formarse en otras disciplinas.

“Al volver, pensé todo lo que había vivido, aprendido, y me propuse armar la compañía. Tuve gran ayuda de una bailarina extraordinaria, Martina Ferrer. Ella fue la primera en creer en este proyecto y así empezamos los primeros pasos”, contó Baca.

Principalmente le llamaron la atención producciones como las de Fuerza Bruta y el Cirque du Soleil. Buscó rescatar la fuerza y la dramaturgia de cada espectáculo y generar uno nuevo. En 2015 nació Potencia Sensorial. Este elenco se caracteriza por trabajar desde la interdisciplinariedad, combinando técnicas provenientes del teatro, la danza y la acrobacia con aportes audiovisuales.  

Solo faltaba decidir de qué iba a hablar, entonces el Derecho tomó protagonismo y le sirvió para entender cómo funcionaba este sistema. Luego eligió autores que marcaron su aprendizaje y en los que se apoyó para poder hacer una lectura del sistema en el que vivimos, como  Nietzsche, Foucault y Roberto M. Torres.

“A nivel general, considero muy importantes para el desarrollo de la cultura humana las preguntas que hacen estos pensadores, cómo hacen visible lo invisible y cuestionan lo establecido", sostuvo.

Así surge Desconexión Humana, una crítica al sistema actual que utiliza los cuerpos como una forma de denuncia. Toca temas como feminismo, violencia hacia las mujeres, estereotipos, trata, poder y capitalismo, entre otros.

La obra contiene un guión que no es tradicional, es más bien un diálogo interno de los performers que el público no puede percibir. En el espectáculo sólo se escuchan tres frases como diálogo hablado y un video-arte, en el que también hay texto.

Luciano hace una referencia a algunos autores que están presentes en Desconexión Humana. Lo que más rescata son las relaciones de poder que describe Foucault.

“Es una cuestión que nos atraviesa en nuestra vida cotidiana, a veces imperceptible, y creo que es nuestro trabajo como artistas mantener un poco de disconformidad con lo que vemos, hacemos o pensamos. En el espectáculo hacemos una denuncia, mostramos situaciones cotidianas, por ejemplo, para reflexionar sobre los excesos del capitalismo, la superficialidad y los estereotipos".

También se expresa sobre pensadores como Nietzsche y Torres, que están presentes en la obra.

“De Nietzsche, más que nada, plantear que el individuo tiene la libertad de elegir, depende de cada uno replantear su propia estructura y hacerse cargo de las consecuencias que genera. Y de Torres hay una cosa muy interesante, que dice que somos la única sociedad, refiriéndose a la occidental, que mató a sus propios chamanes (Jesús). Él dice que los chamanes eran los encargados del crecimiento espiritual de los pueblos, algo que se ha perdido o por lo menos se burocratizó… Ahora nos educan de una forma, pero no para sentir, sino para creer... estamos en una gran cárcel, interna primero y externa después”, indicó.

Desconexión humana es un espectáculo basado en las ideas de grandes filósofos como Michel Foucault y Thomas Hobbes, que buscan generar una revolución interna en el público mediante la utilización del cuerpo como un instrumento de denuncia.

En los inicios, las relaciones humanas no estaban reguladas por un pacto social. Al establecerlo, se encontraron con la pérdida de sus libertades. ¿Quién decide lo que es normal? ¿A dónde van aquellos que no encajan en los parámetros de normalidad? ¿Qué hay detrás de las verdades absolutas que nos dominan el saber? Entre lo abstracto y lo concreto, Potencia Sensorial nos propone poner en duda lo establecido, no sólo desde el concepto de la obra en sí, sino también desde el lugar que ocupa y cómo lo ocupa el público.

“Hemos tenido muy buenas críticas. Los primeros minutos del espectáculo se sienten un poco incómodos por estar de pie, pero luego se dan cuenta de que es una propuesta diferente”, señaló.

Ya finalizando la entrevista con el director de la compañía, Luciano hace una reflexión en cuanto al estado de la escena teatral local hoy en nuestra provincia.

“Veo muy mal al teatro. Veo un gran retroceso. Necesitamos más  gestores culturales, infraestructura, canales de publicidad, etc. Se hace todo a pulmón, resulta imposible competir con industrias millonarias de entretenimiento como el cine extranjero. Además no resulta redituable hacer obras de teatro, no llegamos ni a cubrir el salario mínimo de los miembros de la compañía. Hay un gran abandono de las producciones locales”, expresó.

Quienes quieran pasar por nuevas experiencias de expresión artística pueden acercarse a la propuesta de Potencia Sensorial con su espectáculo Desconexión Humana los sábados 19 y 26 de mayo, a las  21, en El Galpón, Espacio Cultural, calle Damián Hudson 250, Ciudad de Mendoza. El valor de las entradas es de $200.