La Justicia postergó por un mes –para después de la feria judicial– su decisión respecto de la posibilidad de extraer sangre al sacerdote Horacio Corbacho, acusado por abusos sexuales en el Próvolo, con el objetivo de realizar un cotejo de ADN con restos hallados en la prenda de una de las víctimas.

El abogado querellante, Oscar Barrera, confirmó que ya les notificaron la prórroga, dado que la fecha inicial era el 7 de julio y ahora pasó al 7 de agosto.

Al regreso de la feria judicial, la titular del Cuarto Juzgado de Garantías, Alejandra Alonso, tomará una decisión. Es que el sacerdote, cuando declaró ante el fiscal Gustavo Stroppiana, se negó a realizarse una extracción voluntaria de sangre, un derecho que le asiste. Por eso, será la magistrada quien decida si se aprueba esta medida y, de ser así, se le tomará una muestra compulsiva.
 

Nuevo testigo

Barrera confirmó que esta semana se presentará un nuevo testigo en la causa. Es un varón, mayor de edad, que estuvo internado en el Próvolo cuando era un niño.

Este hombre fue nombrado por varias de las víctimas como uno de sus compañeros, pero nadie podía ubicarlo. La Defensoría de Personas con Discapacidad lo encontró, le brindó asistencia psicológica y en los próximos días se presentará ante la Justicia.

El abogado explicó que, aunque sea mayor de edad, la intención es que el testigo denuncie las situaciones que vivió utilizando el sistema de Cámara Gesell para evitar una revictimización.

Un nuevo denunciante se sumará al caso Próvolo

Lo confirmó el abogado Oscar Barrera. Dijo que es un varón, mayor de edad, sordo, que testificará la próxima semana.

Inspección ocular

Barrera también informó los resultados de la inspección ocular que se realizó el lunes 26 en el Instituto Próvolo, ubicado en Luján de Cuyo. Dijo que el fiscal obtuvo un registro fílmico de los distintos edificios que hay en el predio de seis hectáreas y que comprobaron que existe una puerta por la que se comunican los pabellones de mujeres y varones, algo que negaron algunos de los acusados en sus declaraciones judiciales.

El abogado explicó que ese registro fílmico de las habitaciones, el comedor y el resto de los edificios es esencial para que los magistrados que deban juzgar a los acusados puedan visualizar el lugar donde los exalumnos denunciaron haber sido atacados.

Barrera comentó que, además del registro fílmico, la Justicia secuestró documentación del instituto que deberá ser analizada por peritos.