La noche del sábado dio el pie perfecto para que la banda se luciera. Pasadas las 22 horas arrancó el show con el saludo típico de Juan “Piti” Fernández, voz principal de Las Pastillas del Abuelo. “Fuerza, locura y libertad”, tema del disco “Desafíos”, dio paso a lo que sería un gran espectáculo, tal como tiene acostumbrada a  Mendoza. La gente coreaba a gritos ensordecedores cada uno de los temas de principio a fin, pasando desde “Candombe de resaca” a “Rompecabezas de amor”. El público recitó junto a Piti Fernadez el soneto del poeta argentino, Francisco Luis Bernárdez, que forma parte del tema "Me juego el corazón" 

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

La noche siguió su curso y los clásicos no se hicieron esperar, llegó el turno de “Tantas escaleras”, “Osiris” y “¿Qué hago esperando un puto As?”. Esta última desencadenó una fiesta con globos protagonizada por los fanáticos. Una joyita característica fue “La parabellum del buen psicópata”, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, que sonó en medio de “El enano”, otro gran clásico de la banda.

Sin lugar a dudas “Desafíos” fue el disco protagonista. Se  acercó el final y el grupo seguía con el mismo espíritu que contagiaba a todo el público. “La creatividad”, “Otra vuelta de tuerca” y “Ojos de dragón” cerraron la lista de 23 temas previstos por el grupo. Sin embargo, un plus a la noche, “Viejo Karma” hizo estallar nuevamente a todos los presentes lo que culminó en una calurosa despedida.