Resiliencia, la clave del turismo sostenible para salir de la crisis

Sociedad

Uno de los principales termómetros del movimiento turístico se refleja en las excursiones y las visitas guiadas a los principales atractivos que ofrece la provincia. Y en este rubro también se confirma una retracción con respecto al verano del 22. Así lo sostuvo en diálogo con Unidiversidad Adrián Iankelevich, gerente de Huentata, una de las agencias de viajes más conocidas de Mendoza, quien dejó expuesta su preocupación al hacer el balance de la temporada que acaba de finalizar.   

"Estoy analizando los números de las excursiones locales y son alarmantes. Comparado con la temporada pasada, hubo un 60% menos de pasajeros transportados a los distintos puntos turísticos como ser bodegas, Alta Montaña, Villavicencio, el city tour, el Cañón del Atuel y el Valle de Uco. Es alarmante la baja pero lo cierto que también se está emparejando a años anteriores a la pandemia".

Existe un consenso entre los empresarios y emprendedores turísticos que antes de la pandemia el sector registraba un declive en la facturación y en la cantidad de visitantes. Y lo que la actual temporada hizo fue quitar de un modo brusco el brillo y la euforia del pasado verano de la pospandemia, cuando los números fueron mucho más generosos, y reponer cifras más austeras que no agradan a nadie.

"El verano pospandemia fue un boom turístico a nivel nacional pero ahora otra vez volvimos a los números normales, incluso estamos 10% abajo que temporadas anteriores a la pandemia", graficó Iankelevich. 

El Observatorio Argentino de Turismo elaboró un ranking con los 10 destinos más visitados en la temporada alta de verano. Naturalmente la costa atlántica lidera entre las preferencias, pero también figuran otras plazas que no contienen mar y entre las que no está Mendoza. Los lugares más concurridos según este ente fueron:  Mar del Plata, Partido de la Costa, Bariloche, Villa Gesell, Pinamar, Las Grutas, Carlos Paz,
Merlo, Colón y Puerto Iguazú. Más atrás aparece Mendoza en el puesto 11.

Al explorar las causas del declive turístico en este verano, Iankelevich dijo: "Para mí hay una conjunción de cosas, las fronteras estuvieron abiertas, lo cual favoreció a destinos como el de Chile y Brasil y nos restó turismo desde Buenos Aires y de la zona norte del litoral argentino. Creo que esos son los factores, sumado a que no se hizo la promoción que necesitamos teniendo en cuenta que ya tenemos más competencia". Así puso el foco en la difusión o falta de difusión pública de la provincia, lo cual contribuyó a ampliar la retracción de visitantes. 

Gabriel Bessone es prestador turístico en el sur provincial y también describió a Unidiversidad un escenario de menor afluencia turística. "En el proyecto Parque de la Aventura, que es un emprendimiento en San Rafael, en la zona de Las Tinajas, tuvimos una ocupación de un 70% con respecto al verano pasado, cuando tuvimos un pleno de ocupación. En números reales, bajamos a un 70% en nuestra recaudación definitiva porque aumentamos las tarifas un 100%", señaló.

Precisamente, el tema de los precios históricamente funcionó como un disuasor en especial del turismo nacional. Es que Mendoza nunca fue una provincia barata para el visitante. Un almuerzo o cena en alguno de los restaurantes o bodegas más calificados suelen tener valores guiados por el dólar o euro, lo cual deja afuera a muchas familias.

Sobre la capacidad adquisitiva de los diferentes segmentos turísticos y su impacto en la provincia habló Edmundo Day, presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza. "Lo que creemos es que el público de alta gama nacional, el año pasado viajó mucho por Argentina, pero este año prefirió las playas de países limítrofes como Brasil, Uruguay o Chile. Por otra parte, la clase media por todo el tema inflacionario, viajó menos, y cuando decide viajar lo hace con consumos muy medidos". Agregó que "en Mendoza los hoteles cinco estrellas registraron solo un nivel de ocupación del 60 %, mientras que el año pasado esta marca estuvo mucho más arriba. Además, el ‘público gasolero’ viajó por muy pocos días, como mucho estuvieron en la provincia unos tres o cuatro días". 

Desde el gobierno provincial reconocieron la baja en la cantidad de visitantes con respecto a la temporada anterior y se la atribuyó al creciente alza en el costo de vida que retrae el consumo en diversos rubros, entre ellos el del turismo. Lo cierto es que a la administración provincial también se le reprocha por el estado de la infraestructura pública y por la falta de coordinación para explotar mejor los circuitos turísticos que ofrece Mendoza.

En este sentido, Bessone señaló que la temporada "podría haber sido mejor si se hubiera promocionado mejor, faltó promoción segmentada, destinos como San Rafael no tuvieron presencia institucional como destino con toda la variedad que ofrece. No se hicieron esfuerzos desde la provincia ni desde el municipio. Mostrar a San Rafael con sus atractivos hubiese hecho escalar la demanda".