En un mundo donde la conciencia sobre la salud y la alimentación está en constante aumento, es crucial comprender la diferencia entre los alimentos naturales ricos en glucosa y aquellos que son procesados, los motivos por los cuales hay que evitar los productos con alto contenido graso y con conservantes y cuáles son las frutas menos recomendables para consumir en cantidad. En este plano también entra el rol fundamental que tienen las fibras dentro de la alimentación de una persona, qué alimentos pueden aumentar la posibilidad de tener diabetes y, en caso de tener esa enfermedad, cuáles se deben evitar.

Hace ya varios años, las personas comenzaron a instruirse y educarse en el mundo de la salud y la alimentación. Así, en nuestro país, desde 2022 rige la Ley de Etiquetado Frontal para que la sociedad sepa qué productos contienen excesos de grasas, sodio y azúcares. Sin embargo, el exceso de información provocó algo de confusión sobre qué alimentos son perjudiciales para la salud y cuáles, a pesar de contener algunos ingredientes no naturales en su composición, son positivos para lograr una dieta sana y equilibrada.

Celina Bertona, médica diabetóloga del Hospital Universitario y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), explicó a Unidiversidad que hay que tener mucho cuidado, principalmente, con los alimentos procesados que contienen exceso de grasas y de sodio. “El consumo de estos productos puede derivar en enfermedades a largo plazo, tales como la diabetes o, en el peor de los casos, en algún tipo de cáncer”, remarcó.

Por su parte, la nutricionista Sofía Vilches hizo hincapié en que, además de los alimentos procesados nocivos para la salud, las personas deben tener mucho cuidado con aquellos que contienen demasiada glucosa, por varios motivos. “Las comidas que tienen demasiada azúcar pueden provocar la aparición de una diabetes, como también provocar que una persona caiga en la obesidad, lo que significa un problema no solo desde el lado estético, sino también de la salud, ya que es una enfermedad que funciona como disparador de otras más graves y complejas”, expresó.

Qué alimentos deben evitarse

Según explicó Vilches, muchas personas caen en la trampa de leer solo la parte calórica de una comida. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa, una barrita de cereal no es buena ni para la salud ni para mantener una dieta equilibrada, debido a que los componentes que contiene, en su mayoría, son malos para la salud.

En tanto, Bertona, que también es la directora del posgrado de Diabetes de la UNCUYO, aseguró que las personas que padecen esta enfermedad no deben ingerir azúcar y limitarse al uso de edulcorantes distintos al azúcar refinada. “En caso de alimentos naturales que contienen glucosa, como, por ejemplo, la fruta, están restringidos en cuanto al tamaño y la cantidad diaria. Las frutas aportan vitaminas, minerales y fibras que son beneficiosas, por lo tanto, no están prohibidas, aunque sí la cantidad. Las personas diabéticas no deben consumir más de 3 frutas pequeñas por día, que deben ser redondeadas, como la naranja, la mandarina, el durazno y la manzana”, detalló Bertona.

Las barras de cereales no son tan sanas como se cree. Foto: Unidiversidad

Alimentos procesados

Según marcaron ambas profesionales, los alimentos procesados suelen contener hidratos de carbono, grasas, conservantes y sal, por lo que en general no son recomendables para el consumo diario, sobre todo para aquellas personas que tienen diabetes o hipertensión. En ese sentido, tanto Bertona como Vilches hicieron hincapié en que, actualmente, este tipo de productos tienen discriminado en sus etiquetas el contenido de todos sus componentes. Indicaron que es importante que los hidratos de carbono sean complejos, es decir, asociados a los cereales, las legumbres y con un bajo contenido de grasas de origen animal o vegetal. Lo ideal es consumir lo menos posible alimentos con grasas saturadas o grasas trans, que fueron diseñadas para la conservación de los productos.

Asimismo, puntualizaron en que esa información debe ser corroborada por un profesional en la materia, porque, en muchos casos, esos detalles de componentes no suelen ser comprendidos adecuadamente. Por eso, en varias oportunidades, la elección termina siendo mala aunque la intención no lo sea.

La importancia de las fibras

Bertona, que también es miembro titular de la Sociedad Argentina de Diabetes, aseguró que las fibras hacen que el intestino genere un enlentecimiento de la digestión y, a su vez, la posibilidad de atrapar algunas moléculas de azúcares, por lo que siempre se recomienda que, al consumir hidratos de carbono, se los asocie con la ingesta de fibras, que se encuentran en pedazos y cáscaras de frutas, legumbres, nervaduras de hojas y semillas, entre otros alimentos.

En el aspecto nutricional, Vilches agregó que las fibras son fundamentales a la hora de hacer ejercicio y que el cuerpo trabaje de manera adecuada. “Si no hay fibras, el cuerpo no trabaja por completo a la hora de realizar un gasto energético y, por lo general, por este motivo aparecen muchas lesiones evitables”, dijo.

Es importante incorporar frutas y verduras de todos los colores. Fotos: Unidiversidad

Tipos de diabetes

Hay diferentes tipos de diabetes. Las más comunes son la tipo 1 y la tipo 2, como así también la diabetes gestacional, que aparece durante el embarazo.

“La diabetes tipo 1 se presenta generalmente en niños o personas jóvenes y se caracteriza porque el organismo destruye las células productoras de insulina. Esto genera que la persona se quede sin capacidad de generar insulina y necesite como tratamiento la incorporación de insulina externa”, destacó Bertona. La diabetes de tipo 2 se ve principalmente en personas adultas y está relacionada con la obesidad, el sedentarismo y con la resistencia a la acción de la insulina. Esto quiere decir que el organismo tiene capacidad de producir insulina, pero no en cantidad suficiente.

Por último, la especialista puntualizó en que otro de los tipos de diabetes más frecuentes es la gestacional, que aparece durante el embarazo y suele revertirse después del parto. “La diabetes gestacional deja un antecedente que funciona como un marcador de riesgo de que esa mujer puede tener más chances de padecer diabetes tipo 2 en el futuro”, manifestó.

Control de las personas con diabetes

Finalmente, Celina Bertona puntualizó en que una persona que padece diabetes debe hacerse controles, como mínimo, dos veces al año. Esto es así, siempre y cuando la o el paciente se encuentre estable. De lo contrario, debe someterse a un control médico cada tres meses.

Además, la médica destacó que las personas que padecen diabetes deben realizarse un estudio oftalmológico anual, sumado al de sensibilidad de los pies, con el objetivo de evaluar la función del riñón y si tiene o no pérdida de proteínas por la orina. También insistió en que es fundamental realizar el control de la glucemia, que está determinado por la hemoglobina glicosilada. Este control debe hacerse también cada tres meses y, de ser necesario, cada dos.