La crisis social, política y económica que se vive en Venezuela generó que cientos de personas salieran de ese país en busca de un destino mejor. De acuerdo con estimaciones de la fundación Identidad cerca de 1000 personas llegaron por semana a la Argentina desde finales de 2016, de los cuales 250 ya se encuentran radicados en la provincia.

La escritora venezolana Antonieta Benítez Briceño, una de las creadoras de la organización, explicó a Unidiversidad que en septiembre de 2016 llegaron al país con una idea fija: ayudar a los refugiados sirios que arribaban al país, escapando de la guerra que había en ese país. Según relató, cuando idearon la fundación nunca imaginaron que los primeros “auxiliados” serían sus propios compatriotas.

Foto: Fundación Identidad. Antonieta Benítez es una de las creadoras de esta organización.

“Nosotros vinimos por lo que sucedía en otros países. Con diputados y senadores, estamos trabajando para recibir esos migrantes venezolanos que tienen excelentes carreras y que, de consolidarse la Asamblea Constituyente, serán muchos más”, explicó Benítez al tiempo que criticó la situación que se vive en el país que preside Nicolás Maduro. “(Maduro) acabó con la libertad, acabó con la democracia y si avanza la Constituyente acabará con la República”, sentenció.

En este sentido la escritora señaló que desde la Dirección Nacional de Migraciones recibieron respaldo a la actividad. Aunque no cuentan con recursos económicos buscan que los gobernadores también tomen el guante. La realidad es que la mayoría de los migrantes se instalaron en la provincia de Buenos Aires por lo que desde la fundación piden ayuda a los gobiernos provinciales porque esa provincia, que es la más grande del país, no puede contener un contingente tan grande de personas.

El perfil de los que llegan

En su perfil de Linkedin, Benítez se presenta como directora ejecutiva de la fundación y aclara que se trabaja para que las migraciones mundiales resulten exitosas para el migrante y la Comunidad receptora. “La identidad permanece por el bienestar de las sociedades”, señala la publicación.

En este sentido la escritora señaló que la mayoría de los migrantes son profesionales que llegan al país con “mucha humildad” y en varios casos la fundación hace la conexión con las empresas para cubrir vacantes laborales. “Son profesionales con dos o tres carreras encima”, dijo la  venezolana. Sin embargo no descartan que luego de la Constituyente lleguen personas con menos recursos y niveles educativos a los que habrá que capacitar.

Los desplazados

Según la cosmovisión de la autora, los migrantes venezolanos son desplazados. De acuerdo a la definición de las Naciones Unidas, se trata de personas o grupos de personas que han sido forzadas u obligadas a abandonar sus hogares o lugares de residencia habitual, en particular para evitar los efectos del conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violaciones de derechos humanos o desastres naturales.

“Las sensaciones de la población son de miedo. Está prohibido todo lo que no les guste. Los mal llamados ´grupos chavistas´, son presos comunes que fueron soltados para atacar a los muchachos que están protestando. El problema es que la gente se cansó: no hay comidas, medicinas, vuelos y a los manifestantes los golpean de una manera brutal (...) las circunstancias están haciendo que la gente decente está en la cárcel y los que cometieron delitos estén en las calles”, concluyó.