La caída en la tasa de natalidad tendrá un impacto directo en el sistema educativo: en los próximos años, ingresará el 31 % menos de estudiantes a la escuela primaria. Así lo prevé un informe del Observatorio Argentinos por la Educación.

El estudio “Natalidad y demanda educativa” abordó las implicancias del cambio demográfico en el sistema educativo. Al mismo tiempo, analizó distintas posibilidades de respuesta en materia de políticas públicas ante este fenómeno mundial que se replica en el país.

Para elaborar el informe, el equipo de investigación, compuesto por Rafael Rofman (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento –Cippec–), Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación), utilizó datos oficiales sobre matrícula escolar, población y natalidad a nivel nacional. Con esa base, realizó proyecciones sobre el impacto que tendría a futuro el fenómeno.

El equipo de profesionales planteó que esta tendencia en la baja de la tasa de natalidad que se aceleró en el país desde 2014 puede representar una oportunidad para fortalecer los aprendizajes si se aplican las políticas adecuadas.

Menos nacimientos

El informe destacó que, más allá de las múltiples causas de la baja en la tasa de natalidad, el fenómeno se aceleró en los últimos diez años en el país, en especial a partir de 2014. Entre ese año y el último, según los datos disponibles (2022), se produjo una caída del 36 % de nacidos vivos, que pasaron de 777.012 a 495.295.

El descenso de la natalidad no fue homogéneo en todo el país. Así, entre 2014 y 2022, las 24 jurisdicciones presentaron caídas en sus niveles de natalidad: 12 de ellas, en mayor o igual proporción que el promedio del país, utilizando 2014 como año base (-36 %), y las otras 12, en menor proporción. En ese mismo período, las mayores bajas se registraron en Tierra del Fuego (-49 %), Jujuy (-44 %) y CABA (-44 %). Por otro lado, los menores porcentajes se dieron en Chaco (-21 %), Santa Fe (-28 %) y Misiones (-29 %). En cuanto a Mendoza, se ubicó por encima del promedio, con -41 %. 

El trabajo destacó un patrón que se repitió en todas las jurisdicciones, más allá de las diferencias en la magnitud de la caída de la tasa de natalidad: la reducción fue mayor entre mujeres jóvenes, lo que evidencia un proceso de postergación de la maternidad.

Menos estudiantes

Más allá de las consecuencias sociales, políticas y económicas de este fenómeno, el informe puso foco en los impactos que tendrá sobre la matrícula de estudiantes, las oportunidades que esto genera y las posibles respuestas de política pública. “Los datos demográficos a nivel nacional son claros: el número de nacimientos cayó el 36 % entre 2014 y 2022. Esta tendencia necesariamente va a resultar en una reducción en la cantidad de estudiantes que ingresarán al sistema educativo”, se explicitó.

A partir de este cambio demográfico, el equipo analizó la evolución de la matrícula escolar del nivel primario a lo largo de los años y proyectó escenarios hacia el futuro. Para esto, se armaron cohortes de nacidos vivos de julio a junio de cada año, lo que permitió comparar con la matrícula actual oficial. Por ejemplo, para la cohorte nacida en 2014, parte de su trayectoria se pudo observar (hasta los chicos de 8 años en 2022) y el resto se proyectó.

Siguiendo esta lógica de análisis, el equipo determinó que entre las cohortes de 2006 y 2022 se observan caídas de entre el 27,1 % y el 28,4 % en la matrícula escolar de primaria. A su vez, entre 2014 y 2022, fueron de entre el 31,09 % y el 31,44 %, todo como reflejo directo de la caída de la natalidad.

En este sentido, el trabajo determinó para cada provincia la cantidad de estudiantes de primer grado y de secciones para 2019 y la proyección para 2027. Esto, con el supuesto de que se mantendrá el número de secciones como sinónimo de curso y no de aula, ya que esta última se refiere a un espacio físico, por lo que varios cursos pueden asistir a clases en ese lugar en diferentes horarios.

Para visualizar la diferencia entre la cantidad de estudiantes y cursos y la proyección, vale el ejemplo de Mendoza. El trabajo detalló que en 2019 había 23 estudiantes por curso de primer grado, mientras que para 2027 proyectaron que el número baje a 14. En cuanto a los cursos, en 2019 había 1418, y la proyección fue que bajen a 816.

Un problema, una posibilidad

Frente a la caída en la tasa de la natalidad, que a su vez implica una baja en la matrícula de ingreso a primer año, el equipo analizó las posibles respuestas en materia de políticas públicas. En este sentido, planteó dos alternativas a manera de pregunta: ¿menos alumnos por curso o menos cursos?

Con la intención de analizar la conveniencia de una u otra línea de acción, el informe detalló experiencias de diferentes países, en diferentes continentes, así como los resultados de las mismas medidas con base en mediciones y evaluaciones.

En la conclusión, el equipo destacó tres alternativas que mostraron buenos resultados. “Existen diferentes alternativas de política pública para aprovechar esta ventana de oportunidad de la caída en la natalidad: mantener la cantidad de secciones, con la consecuente reducción de alumnos; mantener la cantidad de alumnos por sección y aumentar la cantidad de docentes en forma de tutores; mantener la cantidad de alumnos por sección y formar a los docentes que no están al frente de las clases, en forma rotativa. Hay evidencia positiva en favor de las tres políticas con respecto a mejoras en los puntajes de las pruebas estandarizadas de los alumnos y también respecto a mejoras en el largo plazo de su trayectoria académica y laboral”.

Más allá de analizar estas tres alternativas, el equipo propuso estudiar y planificar otras líneas de acción. En este sentido, subrayaron la posibilidad de adelantarse a las consecuencias de este cambio demográfico.