Por diferencias en el Gabinete, el Gobierno demora las medidas para enfrentar la segunda ola

Este martes se esperaba la publicación del decreto con la nueva estrategia sanitaria, pero discusiones entre las y los ministros frenaron los anuncios. Los motivos.

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Unidiversidad / Fuente: Infobae

Publicado el 23 DE MARZO DE 2021

Este martes 23 de marzo se esperaba la publicación del decreto de necesidad y urgencia (DNU) en el Boletín Oficial con los detalles de la estrategia sanitaria diseñada por el Gobierno para intentar disminuir los efectos de la segunda ola del nuevo coronavirus, debido a las cepas de Manaos y sudafricana que amenazan al mundo. Sin embargo, ese plan de acción se demora a causa de las diferencias que existen en el Gabinete.

La instrucción presidencial fue que las y los ministros de Salud (Carla Vizzotti), Seguridad (Sabina Frederic), Interior (Eduardo "Wado" de Pedro) y Transporte (Mario Meoni) debían diseñar un plan de acción contra una nueva ola de contagios. El temor de la Casa Rosada es que las peligrosas cepas Manaos y sudafricana, que tienen suficiente capacidad destructiva para colapsar a todo el sistema sanitario, multipliquen los muertos y los contagios en las próximas semanas. Sin embargo, las diferencias entre los y las funcionarias pusieron en jaque todas las consideraciones previas del jefe de Estado.

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Según Infobae, Vizzotti pretende cerrar las fronteras aéreas y terrestres con Brasil, manteniendo habilitado el transporte internacional. Otros funcionarios tienen dudas respecto al tiempo de clausura y su alcance específico.

Frederic, ministra de Seguridad, por su parte, admite que es imposible resguardar con la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval las fronteras del norte, donde el contrabando y los habituales cruces a pie pueden poner a las cepas Manaos y Sudafricana en terreno nacional. Por eso sugiere recurrir a las Fuerzas Armadas para reforzar los controles. Si no hay control fronterizo, el flujo de contrabandistas hormiga o de familiares y amigos que cruzan de un país a otro (Brasil, Paraguay y Bolivia) puede propagar a las cepas Manaos y sudafricana en Argentina.

A su vez, el Presidente quiere que las y los turistas paguen su propio test PCR y la cuarentena obligatoria en hoteles de la Capital Federal. Esta pretensión generó un largo debate respecto de su implementación.

Vizzotti debe explicitar si la cuarentena deberá durar una semana o 10 días y qué sucede si el PCR tiene resultado negativo. Es decir, si la persona confinada puede salir del hotel y volver a casa si no está contagiada, o tiene que quedarse a cumplir la formalidad del tiempo establecido.

Tampoco los ministros del Interior, Salud, Transporte y Seguridad unificaron posiciones respecto a los pasajeros argentinos y argentinas que se subieron a un avión y viajaron al exterior por asuntos laborales.

Las propuestas oscilan entre considerarlos como simples turistas o permitirles que prueben su condición laboral para obviar el pago de la cuarentena obligatoria en un hotel.

La celeridad exigida por el Presidente para encontrar un programa sanitario contra las nuevas variables de la COVID-19 se evaporó por discusiones entre algunos ministros de peso que comenzaron el sábado pasado vía chat y que continuaron ayer sin resultados concretos. Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, trabajará este martes en su despacho y luego se reunirá con Alberto Fernández para ajustar los detalles de un plan sanitario que debería, al menos, contener el avance mortal de la COVID-19 en sus nuevas variantes.