"Las chicas de 14 años quedan preñadas por unos mangos”, dijo el empresario mendocino Enrique Pescarmona en un encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Aunque sus palabras fueron contundentes y generaron malestar, vale señalar que el dueño de Impsa no es el primero que se manifiesta en este sentido.

El miércoles 30 de noviembre, en un ciclo de encuentros de la AEA en el Auditorio de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Pescarmona expresó de una manera bastante irresponsable su oposición a la Asignación Universal por Hijo (AUH), argumentando que genera que adolescentes se queden embarazadas exclusivamente para obtener un plan social.

Algo parecido dijo hace aproximadamente dos años Hilda Beatriz González de Duhalde, más conocida como “Chiche” Duhalde, esposa del expresidente Eduardo Duhalde. Ella había dicho que la AUH no era algo que beneficiara a las madres, sino que provocaba que las adolescentes se quedaran embarazadas para conseguir dinero a través de este programa social. “Están llenas de hijos y tienen más hijos porque les van a pagar 400 pesos por quedar embarazadas”, manifestó la mujer, y con tono sarcástico agregó: “¡Qué maravilla, entonces las aplaudo!”.

El argumento de Chiche Duhalde es que el dinero de la AUH impide a las chicas de entre 11 y 14 años terminar una escuela secundaria. Para ella, lo que había que lograr era que una persona de esa edad pudiera estudiar e ir a la escuela, y “que tenga los hijos cuando esté en condiciones de tenerlos.” En conclusión, afirmó que “la gente se embaraza para tener un plan social”.

Otro caso fue el de Miguel del Sel, el político, humorista y actual embajador de Argentina en Panamá. Hace también algunos años argumentó que desde que empezó la AUH se multiplicó la cantidad de embarazos de chicas de entre 12 y 14 años. “¿Vos qué preferís?”, preguntaba Del Sel, “¿que una piba ignorante o que vive en la miseria, en ranchitos de adobe por ahí en el norte de Santa Fe, se embaracen? ¿Para qué, para que cobren una platita todos los meses? Y ni siquiera se den cuenta (de) que le están arruinando la vida a una piba de doce, trece años”.

El problema no es la postura que puede tener una persona respecto a una medida social de un gobierno, sino los argumentos en los que esa opinión se funda. Las tres personas citadas –Pescarmona, Duhalde y Del Sel– son figuras públicas y de una u otra forma, políticas. Por lo tanto, con esos puntos de vista basados en argumentos tan poco sólidos terminan por generar una estigmatización social, ni la primera ni la última, hacia las mujeres, ya que prejuzgan despectivamente calificándolas como “ignorantes” y asegurando que la razón de que sean madres a determinada edad sea ganar, de alguna manera, dinero.