Perspectiva de género en modo empresa: ¿nueva exigencia de la responsabilidad social?
Mucho se habla de la desigualdad de género y de las políticas para erradicarla, sobre todo en espacios públicos. Ahora bien, ¿qué lugar ocupa el sector privado en este camino? Consultamos a dos especialistas en sociología e integrantes de una consultora.
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La perspectiva de género ha ido filtrándose poco a poco en distintos espacios y se oye hablar de ella permanentemente. Sobre todo, fueron las instituciones públicas o estatales las que se hicieron eco de las demandas para erradicar las desigualdades entre varones, mujeres y diversidades.
Sin embargo, en el mundo en el que vivimos, estas reivindicaciones quedan inconclusas si el sector privado no asume compromisos en el mismo sentido. En este marco, dialogamos con Víctor Oliva y Sofía da Costa Marques, que egresaron de la carrera de Sociología y, con dos personas más, fundaron Sinergia, una consultora laboral.
Víctor Oliva hizo referencia a la complejidad que implica incorporar la perspectiva de género en una empresa, debido, precisamente, al desconocimiento que hay sobre el tema. Lo importante, explicó el sociólogo, es que desde el ámbito privado han reconocido ciertos problemas hacia adentro y el cuestionamiento lleva a alcanzar algunas modificaciones. Quizás, explica Oliva, sería más fácil incorporar políticas de igualdad desde los inicios de una empresa.
Hasta el momento, las empresas con las que tienen contacto desde Sinergia existen desde hace tiempo, es decir que tienen una cultura organizacional instalada. Sin embargo, ya han percibido algunos problemas de desigualdad de género respecto de la distribución de tareas y la toma de decisiones, como también una marcada masculinización de los planteles. En una dinámica organizacional ya instalada, los procesos son más lentos porque dependen del cambio cultural. Las charlas o talleres que se dictan son necesarios –“hay que capacitar a todo el mundo”, afirma Oliva–, pero no tienen respuestas inmediatas.
En este camino de incorporar la perspectiva de género, han reconocido distintos obstáculos, además de la reticencia a implementarla. Por un lado, existen mitos que alimentan los estereotipos; por ejemplo, que las mujeres no pueden hacer trabajo físico; por otro, están los que se refieren a los roles: las funciones de mando y toma de decisiones están masculinizadas y, por lo tanto, los cargos jerárquicos son mayoritariamente desempeñados por varones. Son las mujeres que acceden a esos puestos las que perciben la problemática y deciden generar proyectos para modificarlas, aseguró el sociólogo.
Otra de las integrantes de la consultora, Sofía da Costa Marques, explicó que el abordaje de temáticas de género y diversidades en las organizaciones, pymes o empresas contribuye a generar espacios de trabajo más equitativos, que aportan “al ambiente laboral y al bienestar de las trabajadoras y los trabajadores”. Son entornos que tienden a erradicar las situaciones de violencia y de acoso.
Además, asegura la especialista, ese abordaje colabora con el triple impacto: aporta al tejido social habilitar puestos de trabajo para personas que habían sido históricamente excluidas de ciertas funciones –y de gran parte del mercado laboral– por estereotipos vinculados al género.
Nada simple
Transversalizar la perspectiva de género en una organización no es nada sencillo. Es necesario aplicarla en las dinámicas internas y también en las actividades productivas o sociales de la organización. Para la socióloga, “el rol del Estado es fundamental” en este proceso, mediante el lanzamiento de beneficios o recompensas a las empresas que permeen su cultura organizacional con pequeños cambios para erradicar desigualdades.
Si adoptamos una perspectiva de género en nuestras empresas aseguramos que las habilidades y puntos de vista de las mujeres estén representados e influyan directamente en el crecimiento y desarrollo de nuestros negocios.#CCEconMéxico pic.twitter.com/uydGzYR8tg
— CCE (@cceoficialmx)
“Es fundamental que el acompañamiento tenga que ver con talleres y capacitaciones para sensibilizar en perspectiva de género; pero también es importante tener en cuenta la perspectiva de género a la hora de comunicar, a la hora de diseñar los proyectos, a la hora de asignar los presupuestos, a la hora de definir los perfiles de los distintos puestos de trabajo”, detalló Da Costa Marques. Incorporar la perspectiva de género en una cooperativa, pyme o empresa “entra dentro del paraguas de lo que se denomina responsabilidad social empresaria” (RSE), sostuvo la especialista, a pesar de las críticas y transformaciones que ha recibido el concepto. Es innegable el impacto positivo de la PdG en el tejido social: tiene “un rango similar a la incorporación de la sustentabilidad, de la conciencia ecológica, de la no discriminación en sentido amplio”.
¿Por qué una empresa se preocupa por este tema? ¿Es por una decisión política o para cumplir con el mercado? La especialista afirma que “existe un poco de todo”. Sobre todo en las grandes empresas, la presión social del público consumidor muchas veces influye en que la comunicación externa se preocupe por no reproducir estereotipos e incluir diversidades. “Pero, en el caso de las pymes, de las cooperativas y de las organizaciones, en general, surge de una necesidad un poco más orgánica”, reflexionó.
Foto: pexels.com
¿Qué es Sinergia?
Es una consultora muy reciente que armó un grupo de personas amigas, egresadas de la carrera de Sociología: Macarena Randis, Marcos Mattar, Sofía da Costa Marques y Víctor Oliva. Ofrecen acompañamiento para empresas en la formulación de proyectos “con una visión de sostenibilidad, innovación organizacional y planificación estratégica”, tanto para quienes emprenden como para organizaciones más grandes ya constituidas.
En su trabajo, buscan acompañar el proceso de desarrollo de proyectos e involucrar a las organizaciones. Es decir, no lo arman en función de una idea que alguien les da, sino que apuntan a elaborarlo de manera conjunta. El objetivo es diseñar planes que tengan un triple impacto: social, ambiental y económico. En este camino, buscan que la perspectiva de género sea transversal a todas las propuestas que elaboran.
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