Perpetua para Patti y otros tres represores

El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó a prisión perpetua al excomisario bonaerense y a otros tres represores por el secuestro y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, perpetrados en 1983.

Perpetua para Patti y otros tres represores

Derechos Humanos

Unidiversidad

Unidiversidad / Fuente: Télam

Publicado el 05 DE MAYO DE 2016

El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó a prisión perpetua al excomisario bonaerense Luis Patti y a otros tres represores por el secuestro y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, hechos perpetrados en 1983, sobre el final de la última dictadura. Los seis imputados restantes en la causa, entre ellos el dictador Reynaldo Benito Bignone, fueron absueltos por el tribunal, que dará a conocer los fundamentos de la sentencia el 1.º de julio próximo. Los abogados de las querellas y la fiscalía anticiparon que apelarán ante la Cámara Federal de Casación Penal las absoluciones, mientras que familiares de las víctimas dijeron tener “un sabor agridulce” tras la lectura del veredicto.

Los jueces Jorge Venegas Echagüe, Omar Digerónimo y Beatriz Baravani condenaron a prisión perpetua a Patti y al expolicía bonaerense Amadeo Spataro como coautores materiales de los delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidio, en todos los casos con agravantes. A igual pena fueron condenados Pascual Guerriere, que era en la época jefe del Destacamento 121 de Inteligencia del Ejército en Rosario, y su segundo, Luis Américo Muñoz, como coautores mediatos de esos mismos delitos.

El tribunal absolvió, en cambio, a Bignone, último presidente de facto; al exjefe de Operaciones del II Cuerpo del Ejército, Rodolfo Rodríguez, y a los exagentes civiles de inteligencia (PCI) Juan Andrés Cabrera, Ariel Antonio López, Walter Dionisio Salvador Pagano y Carlos Antonio Sfulcini. Votó en disidencia el juez Digerónimo, que también propuso condenar a Bignone a prisión perpetua, sin lograr el aval de sus colegas del tribunal.

“Vamos a insistir en la posición de la fiscalía de que los autores materiales de los secuestros fueron los PCI, y también que Bignone y Rodríguez, por sus altos cargos, debían tener conocimiento de lo que ocurría aunque con distinto grado de responsabilidad”, dijo el fiscal Adolfo Villate, quien llevó adelante la acusación del Ministerio Público junto a Federico Reynares Solari.

Ambos fiscales adelantaron que apelarán las absoluciones ante Casación, igual que la abogada Nadia Schujman, quien representa en la causa a la querella de las hermanas de Osvaldo Cambiaso, Ethel y Gladys. “Vamos a ir a Casación y vamos a seguir acá hasta terminar de juzgar la última causa por delitos de lesa humanidad”, dijo Schujman.

Por su parte, Ethel Cambiaso dijo que, al escuchar la sentencia, sintió “un sabor agridulce” tras batallar “durante 33 años con esto”. “Patti y Spataro, que eran los responsables directos, fueron condenados como esperábamos”, pero “nos dejan muy mal” las absoluciones de Bignone y Rodríguez. “Tenían coartadas de todo tipo, pero nunca pensé que iban a eximir así a Bignone, totalmente”, se quejó.

Su hermano Osvaldo, conocido como “El Viejo”, y Eduardo “Carlón” Pereyra Rossi fueron secuestrados del bar Magnum de Rosario el mediodía del 14 de mayo de 1983, cuando ambos militaban en la corriente Intransigencia y Movilizacion del peronismo, con miras a las elecciones de octubre de ese año que suponían el retorno a la democracia. De acuerdo con la acusación, el secuestro fue realizado por agentes civiles (PCI) del Destacamento de Inteligencia 121 del Ejército en Rosario, aunque los jueces absolvieron a los imputados.

Luego ambos prisioneros fueron trasladados en un camión hasta un galpón de las afueras de Rosario, donde sufrieron torturas –probadas con pericias oficiales– y finalmente entregados a policías bonaerenses encabezados por Patti. Los cuerpos baleados, y con señales de haber sido torturados, de “Carlón” y “El Viejo” aparecieron dos días después en un camino rural cercano a la localidad bonaerense de Lima, escenario que la versión oficial de la época pretendió presentar como resultado de “un enfrentamiento”.