Como cada año, las candidatas a reina de la Vendimia desfilaron con sus carros por las calles del centro mendocino en el tradicional Carrusel, que en esta oportunidad fue más corto y con carruajes sencillos. El frío no impidió que el público disfrutara del festejo en las calles, de la belleza de las soberanas y sus regalos.

Cerca de las 11 de la mañana, una hora después de lo previsto pero ya sin lluvia, los carruajes comenzaron a circular por calle Sarmiento. El Carrusel fue atípico por varios motivos: el trayecto fue más corto, se cambió el recorrido –que empezó en Chile y culminó en la intersección de Huarpes y Arístides–, estuvo marcado por el frío y tuvo su “Contracarrusel” al final de todos los carros y de las agrupaciones gauchas y artísticas.

Como es habitual, el desfile fue encabezado por la reina y la virreina 2018, seguido del carro de los protagonistas de la Vendimia Para Todos, uno de los más divertidos por su música y color. Mientras el público esperaba ansioso por los carruajes departamentales, los más chicos se entretuvieron con los payamédicos, que regalaron folletos y narices de payaso. Luego apareció el carro de Lavalle. Niños y grandes se agolparon alrededor para intentar conseguir alguno de los melones que la reina departamental y sus acompañantes arrojaron. 

De esta manera, comenzó el tradicional desfile, última oportunidad de los mendocinos y turistas para ver de cerca e interactuar con las candidatas a la corona vendimial antes del Acto Central en el Teatro Griego Frank Romero Day, que se realizará en la noche de este sábado 9 de marzo.

Si bien el frío no le quitó alegría al evento, se acercó al centro menos gente que en otras oportunidades. Los turistas, sin embargo, fueron los más emocionados y desde temprano comenzaron a circular por la Ciudad. Tampoco faltaron los caballos, las comparsas bolivianas con sus impactantes trajes, las nenas vestidas de reinas y los clásicos canastos para atrapar los regalos, invento bien mendocino para no irse con las manos vacías.

Perlitas del desfile

En cuanto a los carruajes, podría decirse que ninguno resaltó por sobre el otro, ya que todos fueron sencillos. Como siempre, la estética de cada uno de ellos se relacionó con las características de cada departamento: lugares turísticos, paisajes o varietales de vino específicos de su zona.  

El carro que aportó algo diferente y se llevó todas las miradas y oídos fue el de Guaymallén. Es que su reina sorprendió tanto al público como a las autoridades ubicadas en el palco oficial cuando comenzó a cantar en vivo una tonada cuyana desde su carruaje. Así, gracias a su voz, se llevó todos los aplausos. Junín, por su parte, se destacó por tener música en vivo y una catarata de vino muy atractiva.

Algunas reinas distritales que esperaban subirse a su carro no aguantaron el frío y se abrigaron con frazadas para sobrellevar el fresco de la mañana.

La política también tuvo su lugar. Alrededor del palco y en otras zonas del Carrusel, hubo jóvenes haciendo campaña por Omar De Marchi, intendente de Luján, y precandidato a gobernador por el frente Cambia Mendoza. Tenían paraguas pintados con su nombre y se encargaron de repartir bolsitas con el eslogan del referente del Pro: “Primero vos. Juntos Mendoza crece”.

Fotogalería: el Carrusel le dio calidez a la fresca mañana de Vendimia

El trayecto de los carruajes fue más corto. Además, se cambió el recorrido, ya que los carros de reinas y las agrupaciones gauchas no partieron del Parque San Martín sino de Chile y Sarmiento.