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Sala de escape

En la obra, Cibrián Campoy encarna la figura de Federico García Lorca en los momentos previos a su muerte y lo hace dialogar con su asesino, a la vez que con su madre, su padre y Salvador Dalí, su amor prohibido y negado. Solo en escena, el autor e intérprete se multiplica en cada uno de los personajes para revelar la energía creadora del poeta granadino. Un unipersonal magistralmente interpretado en el que ser “distinto” conduce a la muerte, pero también a la capacidad de ser creador, y como tal, a trascender la desaparición física. Por eso, el grito de “Marica”, lejos de ser un insulto en la boca del capitán asesino, es un aullido de dignidad que se intensifica en el genial monólogo final, en el que queda claro que todos somos Marica.

“Estoy muy ansioso de poder llegar a Mendoza. Es una ciudad que conozco desde muy chico, la extraño y la amo, tanto al lugar como a la gente, además de que es una provincia hermosa de por sí”, contó Pepe Cibrián.

En cuanto a la presentación de Habla, Marica, el actor reconoció que está ansioso porque “el público mendocino es muy conocedor y exigente”. Aclaró cómo lo conoce: “Porque recorrí muchos lugares acompañando a mi padre en las presentaciones de sus obras”, pero también con las propias, “como Drácula o El Jorobado”.

Por otra parte, el reconocido actor relató cómo fue la vuelta a los escenarios con las flexibilizaciones después de las restricciones por la pandemia: “Voy a recorrer gran parte del país. Estamos volviendo a respirar los actores, gracias a Dios podemos salir un poco más, pero no hay que dejar de cuidarse porque esto no terminó. La necesidad de la gente por salir a esparcirse activó muy bien al sector y hay que aprovecharlo. Se están moviendo muy bien el teatro tradicional y las giras por las distintas ciudades del país”.

Finalmente, Cibrián contó un poco de qué se trata y cómo está trabajada esta obra: “Habla, Marica es un unipersonal donde interpreto a varios personajes en homenaje a García Lorca, que fue un gran autor y poeta teatral del siglo pasado. El fascismo lo manda a matar a Federico por ser homosexual, por pensar distinto y ser un hombre de avanzada. Por eso, es un homenaje para muchas personas que pasaron lo mismo en nuestro país. Es una obra que ataca el bullying”.