Mientras el Gobierno intentaba despejar la ruta 7 de aludes que se produjeron en alta montaña del 23 y 24 de enero, coincidentemente, en la misma Casa de Gobierno se analizaba la reactivación del sureño cordillerano de Las Leñas. El proyecto no tiene nada de nuevo, porque hace años se viene trabajando en una alternativa para aliviar el Paso Internacional Cristo Redentor.

Los desmoronamientos del pasado fin de semana volvieron a mostrar las falencias de los dos caminos que unen Mendoza con Chile. Por una parte, el paso internacional Cristo Redentor estuvo 48 horas cerrado, porque Vialidad Nacional trabajó para sacar el barro y las piedras del viaducto hacia la ciudad chilena de Los Andes. Por el otro, el paso Pehuenche, en Malargüe, colapsó por la cantidad de mendocinos y turistas que trataron de cruzar por ese camino.

Con esta premisa, el 26 de enero se reunieron el embajador de Argentina en Chile, José Octavio Bordón, el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Enrique Vaquié; el intendente de San Rafael, Emir Félix, y el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de ese departamento, Anuar Sat, para delinear los trabajos en el paso Las Leñas.

El proyecto comenzó a gestarse en 1984, luego del tratado de paz entre Argentina y Chile. En ese momento se iniciaron los estudios preliminares y, dentro de las alternativas disponibles, la seleccionada fue el paso que se encuentra en San Rafael. Luego de 32 años de investigación, el proyecto empieza a tomar forma.

El paso Las Leñas se encuentra en el departamento de San Rafael, a 3085 metros sobre el nivel del mar. Se llama así por el río que lleva ese mismo nombre y se encuentra desde el lado chileno. Desde Mendoza se puede acceder por el Valle del Atuel. Se trata de 153 kilómetros de obra, 140 de camino (80 del lado argentino y 60 del lado chileno) y 13 kilómetros de túnel.

La idea de un nuevo paso fronterizo viene a resolver los inconvenientes para pasar a Chile por Los Libertadores. Los problemas se dan en las aduanas por las demoras y por los temporales, derrumbes y nevadas que azotan durante todo el año la zona cordillerana que va de Uspallata a Los Andes y luego a Viña del Mar y Santiago. Ya en 2013, una serie de aludes dejaron atrapadas en la montaña a 600 personas, que debieron ser evacuadas. Desde Vialidad aseguran que la ruta 7 no está preparada para enfrentar estas situaciones climáticas, por lo que un nuevo paso es necesario para solucionar estos problemas.

Según especificaron desde el Gobierno de Mendoza, el documento “ya tiene las áreas de servicios donde van a estar los organismos públicos –que se ubicarán cerca de la boca del túnel– y los paraderos de camiones, cuyo predio se construiría en la zona de El Sosneado”. El proyecto tendría un costo de 300 millones de dólares, aunque ese monto debe ser analizado en profundidad.

Emir Félix, intendente de San Rafael, habló luego de la reunión y se mostró contento por el encuentro. “Necesitamos avanzar en la solución más veloz, y esa solución  es la del paso Las Leñas. El Gobierno chileno lo ha logrado entender, y nuestras autoridades nacionales tienen que terminar de decidirlo”, dijo Félix, y añadió que el camino que unirá El Sosneado con la ciudad de Rancagua vendrá a resolver los distintos inconvenientes que se dan en el principal cruce a Chile.

El sanrafaelino aseguró que el paso Las Leñas será el camino que más rápido avanzará para su ejecución porque “están dadas todas las condiciones para que comiencen los trabajos. Esta pre reunión que tuvimos con Bordón fue determinante para organizar la agenda entre el Gobierno de Mendoza y la Cancillería Argentina”, concluyó.
 

En busca de un nuevo Paso Internacional

En 2013 el ingeniero Mariano Pombo enumeró las ventajas del nuevo Paso Internacional Las Leñas. Según explicó en una conferencia del Consejo Profesional de Ingenieros y Geólogos de Mendoza, el paso configura la posibilidad de lograr una salida directa al Puerto de San Antonio, en Chile. Además, es una alternativa válida para el transporte de carga, porque el paso El Pehuenche tiene en el lado chileno una pendiente muy pronunciada y no es factible que pasen camiones por esa zona.

La construcción del paso internacional ha sido la esperanza de los gobernadores mendocinos desde hace tiempo. En 2009 la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó con su par chilena, Michelle Bachelet, el Tratado de Maipú para avanzar en la construcción de un túnel que uniera los dos países. En marzo de 2011, antes de dejar la gobernación, Celso Jaque visitó la zona para analizar las condiciones geográficas de la obra y arrancar con los trabajos, pero esa iniciativa no prosperó. En 2016, cinco años más tarde, la esperanza de concretar este proyecto vuelve a comenzar.