Si bien la discusión promete polémica, este año será algo más acotada, teniendo en cuenta los tiempos que rigen para el calendario de un año electoral. Es que Francisco Pérez tiene un plazo para cerrar la discusión salarial con todos los estatales y publicar sus respectivos decretos porque así lo fija la Ley de Responsabilidad Fiscal. De esta manera, el 25 de abril los 80 mil estatales de la provincia –o 100 mil según el radicalismo–  sabrán cuál es su aumento para lo que resta del año porque después de ese día no se puede otorgar más incrementos.

Por cada 10 por ciento de aumento que Pérez decida darle a los estatales, necesita 2 mil millones de pesos extras. Los gremios hablan de un pedido cercano al 50 por ciento; si esto se concreta, la pauta de la provincia –aún sin aprobar– se engrosaría en 10 mil millones de pesos, 25 por ciento más. El pedido de los gremios es inviable y serán los docentes nucleados en el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (Sute) quienes inauguren la discusión la semana entrante. Con ellos se viene hablando desde noviembre pero el gobernador decidió que no se podía dar un “aumento a cuenta” tal como ellos pedían. Algo similar ocurrió en otras provincias, como Buenos Aires, donde se les ofrecía el 7 por ciento de incremento, pero los gremios lo rechazaron por insuficiente.

Andrés Cazabán, asesor de Gobernación que encarará nuevamente las discusiones paritarias, sostuvo que la primera reunión se realizará la semana entrante. El día no está fijado pero será a partir del lunes 12, cuando el gobernador retome sus actividades en la provincia. El referente oficial sostuvo que debería discutirse con los gremios la modalidad de pago, pero de seguro las negociaciones se extenderían menos que otros años debido al cepo establecido por el calendario electoral.

En el equipo oficial miran de reojo lo que sucede en Buenos Aires. Es que el principal candidato a competir por la presidencia, Daniel Scioli, de seguro jugará una carta importante en las negociaciones de este año. Al menos en esa provincia, las discusiones comenzaron el 5 de enero y se sabe que los gremios exigen un adelanto para después negociar en febrero una suba del 40 por ciento. 

Si bien la discusión nacional marca el ritmo de lo que sucederá en las provincias, Cazabán se muestra confiado porque en Mendoza el básico conformado es sensiblemente mayor al de esa provincia. El ladero de Pérez sostiene que en los últimos años se ha blanqueado de manera importante el salario de los trabajadores, con lo que se logró que el básico conformado (básico más estado docente) superara los 4400 pesos de bolsillo. De todas maneras, se negó a brindar precisiones sobre si esta vez el adelanto sería en cuotas o en una sola entrega. El año pasado el aumento alcanzó el 30,5 por ciento y se canceló a partir de marzo. Los gremios le arrancaron al Gobierno un compromiso para discutir en la segunda mitad del año, pero lo cierto es que las restricciones presupuestarias dejaron sin efecto todo tipo de aspiraciones de estos trabajadores.

Se sabe que con el gremio de los docentes, el gobierno tiene que arreglar antes del 2 de marzo, día fijado para el comienzo de clases del ciclo primario. A más tardar se puede tomar hasta el 9, cuando el cronograma estipula que comiencen las clases los alumnos secundarios. Una vez que los docentes acepten la propuesta, y siempre que el año no comience con paros, se negociará con los gremios de la salud y el resto de los trabajadores estatales que componen la mitad de la masa de trabajadores. Con esta masa de unos 40 mil estatales, la discusión comenzará en febrero pero se espera que no haya resoluciones hasta mediados de marzo.

Finanzas

Las cuentas de la provincia están complicadas porque más de la mitad de la pauta se va en salarios. El año pasado se habían destinado 13 mil millones de pesos a salarios estatales, pero finalmente el gobierno debió invertir 20 mil millones de pesos con aumentos que iban, en promedio, del 30 al 32 por ciento. La Ley de Avalúo e Impositiva, único instrumento que logró sanción por parte de la Legislatura, establece recálculos de los avalúos y actualizaciones que llegan al 30 por ciento. Con esto, sumado a la inflación que genera mayores recursos para el Estado, es que el Gobierno pretende encarar los aumentos. Pero todas las carteras demandarán mayores desembolsos y durante este año electoral.

Incluso se sabe que, a partir de marzo, el Ejecutivo utilizará los incrementos como uno de los elementos para negociar la aprobación de una pauta con endeudamiento en la Legislatura. Ya lo había planteado el vicegobernador Carlos Ciurca el día de la presentación de la propuesta. “Pedimos que se revean los números a partir del cierre del primer trimestre”, soltó casi sin querer, refiriéndose claramente a que lo que demandaran los aumentos a estatales también serviría como elemento de presión.

En la Nación

Si bien el gobernador todavía no se inclina por ningún referente nacional, se sabe que el pulso de lo que sucede en Nación es similar al que intentará marcar en su provincia. Daniel Scioli no quiere que ningún problema de su gestión como gobernador altere el rumbo de su campaña electoral como aspirante a presidente. Por eso, desde los últimos días de diciembre les instruyó a sus colaboradores apurar un acuerdo salarial con los docentes, un sector gremial con el que mantuvo históricas tensiones y disputas, en especial el año anterior, cuando paralizaron las escuelas por una decena de días. Lo que el gremio paritario pidió en la primera negociación fue elevar 600 pesos el sueldo básico para que este llegue a 3000 pesos y continuar con el resto de la negociación en febrero. A partir de ese momento ya anticiparon que el porcentaje que reclamarían sería del 40 por ciento.

Con los sindicatos nacionales surgió otro punto en discusión. Es que el sueldo básico en Buenos Aires es de 4400 pesos. Algo que no sucede en Mendoza porque el salario básico se une en el cómputo al Estado docente, por lo que supera este monto.