Con la repetición hasta el cansancio del gobernador Alfredo Cornejo de que la provincia "está en una situación delicada", y con la sombra del aumento docente por decreto que sobrevuela las mesas paritarias, se realizó la primera reunión entre el Gobierno provincial y los sindicatos que representan a los trabajadores de la salud. Las diferencias entre ambos sectores aparecieron y la reunión con los gremios pasó a cuarto intermedio.

Fue un encuentro tenso y dividido. El Gobierno propuso separar en la mesa de negociación a los profesionales de los que no lo son. Este planteo generó la ira de los gremialistas nucleados en ATE, los cuales criticaron la medida y aseguraron que en los últimos siete años la negociación salarial ha sido en conjunto.

El secretario general de ATE, Roberto Macho, exigió una compulsa, es decir un registro formal, para determinar la cantidad de afiliados en cada gremio, y el peso que tendrán en la negociación los miembros no profesionales de la salud. En este caso, se exige una cantidad superior al 10 % de trabajadores empadronados dentro del sindicato y el que tenga mayor número, Ampros o ATE, puede poner dos miembros en la mesa y el otro, uno. De esta manera, el sector que tenga más poder de los dos puede -eventualmente- también definir las medidas de fuerza.

Con enojo, Macho dijo que el Ejecutivo está pasando por encima de la mesa paritaria y que no quiere negociar. "Somos un mismo sector (...) Este Gobierno no quiere que se desarrolle la paritaria", atacó ante la mirada  atenta de los miembros de la mesa. En este sentido, el gremialista redobló la apuesta y sentenció: "Esta estrategia de mala fe la repudian todos los trabajadores".

Los miembros paritarios del Gobierno escucharon el reclamo y pasaron la reunión del personal no profesional de la salud para este jueves 7 a partir de las 18.

Ampros, también con oferta dividida

Cuando llegó el turno de la mesa de Ampros, el gremio de los profesionales de la salud, la situación fue más tranquila. Con un tono de voz más bajo, la secretaria general del sindicato, Isabel del Pópolo, enumeró las falencias que tiene la salud pública, mientras los funcionarios provinciales escuchaban y tomaban nota.

Ulpiano Suarez, secretario de Gestión Publica y Modernización de Estado, y el jefe de gabinete de Salud, Rodolfo Montero, ofrecieron un aumento anual del 21 %  dividido en dos tramos: 14 % en marzo y 7 % en agosto. Reafirmaron que la situación económica de la Provincia es delicada y que esta propuesta es la mejor que pueden ofrecer. En este sentido, el Ejecutivo también prometió mejoras en adicionales de la salud que, según indicaron, permiten "mejorar la atención primaria, reforzar las guardias y poner en valor las actividades de los médicos". La propuesta abarca:

• Adicional Centro de Salud: Aumento del 20 % al 40 %.
• Adicional Guardia: Mejora del 35 al 5 0%  para los que trabajen en guardias los fines de semana, y del 20 % al 35 % para los que se desempeñen los días hábiles.
• Adicional Responsabilidad Profesional: Incremento para médicos del 5 %. Pasa del 50 % al 55 % del básico.

ATE y Ampros aseguraron que la propuesta no es suficiente debido a la inflación y la devaluación de la moneda que han "minado" el poder adquisitivo de los trabajadores y exigieron un tiempo para definir la incidencia de la oferta y dar una respuesta. Sin más que decirse, la reunión pasó a cuarto intermedio para el miércoles 13 de abril, a las 15.00.

La primera reunión de uno de los gremios más grandes de la Provincia había terminado, y eso se percibía en la calle mucho antes de que eso sucediera. Afuera, algunos pocos profesionales se sacaban fotos con algunos carteles propios. No hubo banderas sindicales en las veredas y tampoco mucho ruido. Fue como la sala de espera en un hospital público. Silenciosa, como cuando llaman al paciente para ser atendido.

Así quedarían los salarios según el Gobierno: