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04 DE NOVIEMBRE DE 2024
Para la vicegobernadora es la forma de evitar que las mujeres queden postergadas en el campo laboral.
Fotos: Unidiversidad
Mientras que en el Congreso Nacional existen 56 proyectos que buscan extender las licencias por maternidad y paternidad, en Mendoza las propuestas que residen en la Legislatura provincial sobre el tema llegan a 13 (seis en la Cámara de Diputados y siete en el Senado). Una de las más recientes en ser presentada fue la que dio a conocer la vicegobernadora Laura Montero, que habló con Unidiversidad sobre la situación actual de las mujeres en el mercado laboral y de qué manera inciden las licencias por maternidad en su posibilidad de crecimiento en el trabajo.
“Creo que el hecho de lograr una ley adecuada a los tiempos actuales en relación con las licencias es una de las piezas fundamentales para el crecimiento de las mujeres en el ámbito laboral y, a la vez, les da la posibilidad de que su remuneración sea más equitativa respecto de la de los varones”, explica Montero al dar cuenta de los aspectos que ha contemplado el proyecto que presentó en la Tercera Asamblea por la Equidad que se realizó en septiembre pasado.
Por eso, justamente, la Vicegobernadora advierte de que el proyecto de ley presentado es clave para permitir el acceso al trabajo de las mujeres, más allá de su decisión personal de ser madres. Así, uno de los aspectos fundamentales de la norma que ya se encuentra en el Senado se basa en el argumento de que lo ideal no es extender los plazos de las licencias por maternidad, que en la actualidad es de 90 días corridos para ellas. La clave, enfatiza Montero, está en lograr que la persona no gestante cuente con más días de licencia en su trabajo, de manera que sea posible compartir las tareas de crianza y atención del bebé recién nacido con la mujer que acaba de dar a luz.
“Si la mujer puede elegir en su trabajo cuántos días tomarse, sabiendo que su pareja podrá tomar esa responsabilidad, entonces el actual riesgo que hay para las mujeres de quedarse sin un trabajo solo por su condición no existiría”, aclara Montero.
Ocurre, de hecho, que en la actualidad pesa sobre el género femenino la disparidad laboral por el solo hecho de ser mujer. Así, un empleador, al considerar el supuesto “riesgo” de ellas de quedar embarazadas, siempre elige priorizar a los pares masculinos por considerar que ellos no presentan “riesgos” si son padres.
Así entendidos estos conceptos que deben modificarse, ellas quedan postergadas a las tareas de crianza y no se les da la posibilidad de elegir. “En cambio, si a la mujer se le da la posibilidad de transferir sus días de licencia a su compañero o compañera no gestante, el empleador no tendrá motivos para dejarla fuera de un empleo”, explica Montero.
Sólo para ilustrar la brecha en materia de acceso al mercado de trabajo formal y calificado, hay que decir que en Argentina solo la mitad de las mujeres forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que entre los varones el porcentaje llega al 80 %.
Si este desbalance se modificara, la experiencia en países con economías de avanzada indica que la producción crecería, es decir, el país sería más próspero, de acuerdo con el análisis de Montero sobre la base de los informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En una de las conclusiones presentadas recientemente, la OCDE plantea que si disminuyera la brecha salarial entre varones y mujeres, las ganancias de los países se incrementarían de manera significativa.
La no extensión de las licencias por maternidad a ellas y la posibilidad de brindarles mayor formación en materia de emprendedurismo y la aplicación de políticas que permitan que ellas accedan a cargos jerárquicos y mejores sueldos son algunas de las claves planteadas para lograr una real equiparación en materia de acceso al campo laboral y profesional.
En esa línea, el proyecto presentado por Montero establece, por ejemplo, que la mujer gestante tendrá 75 días de licencias posparto, con la posibilidad de transferir a su pareja los días posteriores al mes cumplido desde que nació el niño o niña.
La normativa también propone incluir a los casos excepcionales de prematurez, discapacidad y partos múltiples. La persona no gestante, en tanto, podrá contar con 20 días hábiles corridos, a los que podrá sumar aquellos que la mujer desee transferirle. Los tiempos de lactancia, como también la posibilidad de lograr encuentros con el bebé para poder amamantarlo/la en su trabajo, se suman a las propuestas planteadas en el proyecto de Montero.
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