Dientes fuertes y sanos para todos
Mejorar la calidad de vida de los pacientes con trastornos genéticos a partir de mejorar la salud bucal es la preocupación del doctor Walter Oscar Lopresti. Este proyecto está financiado por la Secretaría de Ciencia Técnica y Posgrado (SeCTyP) de la UNCuyo.
Foto: Federico Lorite
La salud bucal y las necesidades especiales de los/as pacientes con discapacidad es tema de investigación en la Facultad de Odontología.
El proyecto denominado “Atención odontológica de pacientes con discapacidades de orden genéticas. Factores de riesgo, nuevas alternativas de atención y rehabilitación” está dirigido por el doctor Walter Oscar Lopresti y financiado por la Secretaría de Ciencia Técnica y Posgrado (SeCTyP) de la UNCuyo.
Lopresti, además de destacar los objetivos, señala la importancia de esta investigación.
¿A qué se consideran trastornos genéticos?
A todas las alteraciones que se transmiten por herencia y que producen una discapacidad o una alteración. Por ejemplo, Síndrome de West o Síndrome de Down. Como todo trastorno, cada síndrome genético tiene una característica odontológica especial que uno tiene que tener en cuenta al momento de la atención y que la mayoría de los profesionales no la manejan. Este es un paciente que históricamente es relegado en lo odontológico, inclusive en su propia familia. Una persona que tiene una enfermedad discapacitante grave, pongamos por ejemplo el Síndrome de Down, que son inmuno-deprimidos, hacen trastornos inmunológicos y respiratorios graves, hasta la misma familia prioriza estos aspectos, que –obviamente- son más urgentes o preocupantes, y se va dejando la boca para el último.
A esto se le suma que no hay una odontología especializada en discapacidad, entonces son pacientes que, cuando llegan a la atención, llegan en muy grave estado de salud bucal y, además, uno se tiene que poner a investigar la discapacidad. Porque hay elementos propios, que en la mayoría de la gente no se dan; y que uno, si aplica la odontología general a ese paciente, puede producir una iatrogenia. Es decir, una mala práctica médica.
Por ejemplo, una característica odontológica del Síndrome de Down es la agenesia de grupos dentales permanentes. Esto quiere decir que hay dientes definitivos que ellos no van a tener, entonces uno tiene que cuidar al diente de leche como si fuera el definitivo y no sacarlo si está cariado, por ejemplo, creyendo que ya le va a salir el definitivo. Es decir, antes de ver la parte odontológica tiene que estudiar la discapacidad.
¿Cómo están llevando a cabo este estudio, con qué metodología?
A través de la demanda espontánea de los pacientes que concurren a este servicio, que es el Centro de Atención Odontológica que tiene la Facultad de Odontología, nosotros estamos haciendo un relevamiento. Vemos qué tipo de pacientes vienen, qué tipo de discapacidad traen, estudiamos la discapacidad y vemos qué posibilidades de abordaje tienen.
Esto es porque muchos de estos síndromes se asocian con trastornos mentales o motores; entonces vemos qué tratamiento puede ser factible para estos pacientes y en base a ese estudio, elaboramos alguna estrategia.
En este tipo de pacientes a veces uno tiene que ir de lo más fácil a lo más complejo, cuando en general uno hace siempre “lo más complejo”. En cambio, con el paciente que tiene una discapacidad necesitamos que tome coraje, alcance alguna motivación.
En base a este estudio se genera un tratamiento específico y se planifica una rehabilitación que inclusive pueda durar en el tiempo. Porque si al paciente que no se puede cepillar por sí mismo o depende de un tercero para hacerlo, se le hace una prótesis muy sofisticada, que requiere una higiene muy profunda, la prótesis a corto plazo va a fracasar.
¿Cómo llegan a este objeto de estudio?
Fue cuando se generó este centro y empezamos a hacer la parte asistencial y vimos que era una necesidad atender este aspecto. Entonces, primero dimos cursos optativos y se llenaban de estudiantes; luego, logramos que se insertara como una materia en el plan de estudios que se llama “Clínica del paciente discapacitado” y se dicta en quinto año. Producto de esto, hoy nuestros egresados salen enfrentándose a la discapacidad, que antes –y a mí me ha pasado- no sabían cómo abordarla.
Por último ¿en qué momento de la investigación están?
En este momento estamos en la recolección de datos, es decir, en un momento exploratorio y descriptivo. Estamos atendiendo a los pacientes, llenando historias –que son historias clínicas especiales porque tienen que tener el consentimiento informado-.
Nosotros, una vez que terminamos esta recolección de datos, vemos qué alternativas de tratamiento y de rehabilitación es la que tenemos. Una vez que lleguemos a las conclusiones, vamos a elaborar un informe, que va a ser como una especie de manual de procedimientos que va a quedar de material de consulta para nuestros estudiantes y graduados. Además, vamos a incluir cuáles son los materiales más adecuados que se pueden usar en este tipo de pacientes, porque por ejemplo, tienen muy poca tolerancia a tener la boca abierta, entonces uno tiene que buscar materiales que sean rápidos y efectivos.
La recomendación, entonces, para quien lea la nota y conozca a alguien con este tipo de discapacidad, es que actúe lo antes posible. Que no deje la parte odontológica para el final porque a través de la boca ingresan muchas enfermedades y si se dejan estar, cuando llegan a nuestra atención, es muy poco lo que podemos hacer.
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