Para evitar el default, Grecia despedirá a 20 mil empleados públicos
Siguiendo las recetas de los organismos internacionales, Grecia decidió implementar nuevas medidas de ajuste, entre ellas se intentará reducir el 10% de personal de empresas públicas. De cumplir con el plan de ajuste se continuará con el financiamiento al país helénico.
El gobierno griego trabaja contra reloj para evitar que los crecientes rumores de default compliquen aún más sus finanzas públicas. El Ministerio de Finanzas ordenó ayer a 151 empresas con participación estatal que reduzcan sus planteles en un 10 por ciento, lo que equivale a unos 20 mil trabajadores. Entre las compañías afectadas se encuentran el ferrocarril, la radiotelevisión estatal, una agencia de noticias y una distribuidora de gas. En un documento del Ministerio se señala que los directores de las empresas afectadas tendrán que presentar en las próximas dos semanas un listado con los empleados que será enviados a la "reserva de trabajadores". También se llevarán a cabo prejubilaciones. El mecanismo de "reserva" supone que los trabajadores recibirán durante un año el 60% de su salario y después serán despedidos. Cada empresa tendrá que aplicarlo con "al menos el 10%" de su plantilla. El grueso de los despidos afectará a los departamentos de administración.
Los anuncios detuvieron la tendencia bajista de los mercados europeos, al menos hasta que el establishment financiero considere que no es suficiente y pida más ajuste. Los principales índices bursátiles del Viejo Continente lograron una mejora, de hasta 2,5 por ciento en el caso de las plazas más castigadas en días anteriores. A pesar del rebote, los interrogantes se multiplican y se producen hechos impensados apenas un par de años atrás. Por ejemplo, que los países del BRIC –Brasil, India, Rusia y China– discutirán la semana próxima la forma de ayudar a la Unión Europea, para que puedan enfrentar su crisis económica.
Tal como hizo la Argentina antes de salir de la convertibilidad con una crisis socio-económica sin precedentes, Grecia pretende convertirse en el “mejor alumno” para la visión de los organismos de crédito. Pero las recetas de ajuste a las que es sometida oscurecen todavía más el panorama. También sucedió así en la Argentina. A pedido de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno griego anunció un nuevo recorte de nóminas laborales. La medida contempla dejar a 20 mil trabajadores públicos congelados un año, período durante el cual recibirían el 60 por ciento de su sueldo. Si en ese lapso no vuelven a ser contratados, quedarán despedidos formalmente.
La Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI enviaron un grupo de trabajo para “ayudar al país” a utilizar mejor los fondos estructurales europeos con vistas a favorecer el crecimiento económico, la inversión y el empleo. El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, insistió en que su país no caerá, y que Atenas hará todo lo necesario para poner en orden sus finanzas. La canciller alemana Angela Merkel señaló que “la mitad de la política económica y financiera es psicología”. “Lo que menos necesitamos ahora es intranquilidad en los mercados financieros. La inseguridad ya es suficientemente grande”, expresó ayer la mandataria, quien hoy se reunirá con Papandreu y su par francés, Nicolas Sarkozy, para analizar la situación de la Eurozona. Merkel explicó que con el euro se decide el futuro de Europa. “Por eso todos debemos medir cuidadosamente las palabras que empleamos”, agregó.
Frente a la crisis griega, cada vez hay más voces que anticipan que finalmente habrá una cesación de pagos. El economista argentino Mario Blejer, ex presidente del Banco Central durante el gobierno de Eduardo Duhalde, consideró que ésa debería ser la salida. “Grecia debería defaultear, y debería hacerlo fuerte”, aseguró. Blejer calificó de “ridícula” la situación de la economía helénica. “Si uno asume que estos países han estado haciendo lo que les obligan estos programas de ayuda, con privatizaciones y ajustes, hacia fines de 2012 la deuda será incluso peor que el nivel actual”, advirtió.
El riesgo de bancarrota de la economía griega complicaría no sólo al Viejo Continente sino a la recuperación global. Por temor a este desenlace, en los últimos días varios países manifestaron su intención de salir al rescate. El gobierno italiano negocia con las autoridades chinas para que un fondo del gigante asiático compre bonos de deuda e invierta en sus empresas estratégicas. El rendimiento de los títulos italianos a diez años avanzó 40 puntos básicos en lo que va del mes y se ubica en 5,6 por ciento, cerca del máximo de 6,2 que alcanzó a principios de agosto, cuando el Banco Central Europeo comenzó con la compra de estos papeles. A esto se suma ahora la iniciativa de los BRIC. Las autoridades de este grupo de países se reunirán la semana próxima en Washington. Una de las alternativas en debate será el aumento en la participación de títulos en euros en las reservas internacionales de los países miembros del BRIC.
Fuente: Página 12, El Mundo