El economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Argentina, Ricardo Quiroga, dijo que el pago a los fondos buitre y la salida del default generan buenas perspectivas y mejores condiciones para que el organismo internacional otorgue más fondos a la Argentina para concretar políticas públicas.

Quiroga disertó ayer en la UNCUYO sobre el funcionamiento de la entidad crediticia y las experiencias que realizan en América Latina, específicamente en Argentina.

El economista boliviano, que hace años vive y trabaja en la sede del organismo en Argentina, recalcó que existen buenas perspectivas con el gobierno de Mauricio Macri y que las condiciones macroeconómicas y, en especial, la salida del default son aspectos beneficiosos que el banco toma en cuenta a la hora de analizar el riesgo de un país antes de otorgar un crédito.

Aunque el especialista se excusó de dar información sobre el monto de los créditos del BID disponibles para Argentina (porque no le corresponde, según la responsabilidad en esa organización), el presidente de la entidad, Luis Alberto Moreno, dijo en una entrevista que concedió a Infobae que prevén invertir unos 5000 millones de dólares durante los cuatro años de gobierno de Macri.

El foco en los servicios

El especialista explicó que la mitad de los recursos que el banco presta al país son utilizados en políticas relacionadas con el transporte y las obras de agua y saneamiento. El resto –señaló– se distribuye en proyectos educativos, de salud, para el cuidado del medio ambiente, agropecuarios, de turismo y de gestión de riesgos de desastres.

Quiroga también señaló que la mayoría de los préstamos se acuerdan entre la entidad crediticia y el Gobierno nacional, quien luego los baja a las provincias para que realicen distintas inversiones.

Cada cuatro años, es decir, con el cambio de gestión, las autoridades del Ejecutivo y las del banco acuerdan estrategias conjuntas de trabajo, para dejar en claro cuáles son los temas en que invertirán la mayoría de los fondos asignados para Argentina. En este sentido, Quiroga explicó que los funcionarios nacionales están trabajando en esa definición, y que en los próximos meses estará lista la estrategia a seguir.

En cuanto a la estrategia a nivel regional, Quiroga comentó que se acuerda con los ministros de Economía de todos los países que participan en la entidad. Recalcó que la actual línea de gestión prioriza los proyectos relacionados con la reducción de la pobreza y la desigualdad, con la necesidad de enfrentar los desafíos del cambio climático y con la promoción de la integración de América Latina.
 

La realidad agropecuaria

Quiroga es especialista en temas agropecuarios y se encarga de analizar los pedidos de crédito que realiza la Nación respecto de este tópico, que en 2015 fueron por 300 millones de dólares. Con base en este conocimiento, opinó que el sector agropecuario argentino fue castigado en los últimos años con distorsiones macroeconómicas, como las retenciones y la inflación que, aseguró, pusieron freno a la actividad productiva y exportadora.

El especialista enumeró los desafíos de la región en temas agrícolas. Entre ellos, el aumento de la productividad, la distribución desigual de los beneficios, la vulnerabilidad de la agricultura frente al cambio climático, los cambios en el uso del suelo –es decir, el avance urbano sobre el mundo rural– y la falta de disponibilidad de los recursos hídricos.

Quiroga destacó los resultados positivos del financiamiento que el banco otorgó para la puesta en marcha del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), que financia infraestructura rural, tecnología y potencia las cadenas de valor, entre otros aspectos.

Reporte para Radio Universidad: Noelia Delgado
Entrevista para Señal U: Estefanía Scortichini