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Sociedad

“El destino de estas cajas será a hospitales y escuelas. De manera tal, que quienes estén en esa situación podrán quedar con sobreseimiento y no les quedarán antecedentes algunos. Esto servirá, en todo caso para la sociedad toda”, continuó Gullé.

“Esto está establecido en la ley, no es invento nuestro. Por ahí a algunas personas les puede chocar esto, pero creo que la gente va a aceptar este tipo de finalización de las causas con mayor buena voluntad a partir de lo que ocurrió en Olivos. Además cuando uno ve que podemos finiquitar causas siendo útil a la sociedad, escuelas, hospitales me parece que es mucho más provechoso que dejar que muera la causa por el transcurso del tiempo en un casillero”, destacó.

Qué ocurrió con las causas que ya se cerraron

Las causas que llegaron a juicio y que tuvieron condena, que son cerca de 600, en todos casos eran reiterantes, tenían delitos conexos o eran reincidentes. De manera tal que en esos casos tampoco les sería aplicable esta solución. “No nos preocupa. Si hubiera alguna causa en la que voluntariamente se hubieran prestado a juicio abreviado sin ser reiterantes, ni tener delitos conexos ni ser reincidentes, los jueces de oficio que dictaron sentencia atento a la jurisprudencia más benigna podrían rever”, expresó el procurador de la Corte.

“Vamos a pedir a la sala penal de la Corte que habilite la feria judicial para esto. Nosotros vamos a disponer de fiscales que se hagan cargo de esto para hacer audiencias grupales durante el invierno así no interrumpimos la agenda de las causas que tienen fijada la fecha de debate. Me parece que como política criminal es mucho más positiva la solución que dejar que muera en una casilla los expedientes”, afirmó Gullé.

“Hay gente que no podrá poner más que eso, otros que sí. Por eso partimos de ahí. Ahora bien, si la persona no las entrega, queda sin efecto la solución del conflicto y tendrá que ir a juicio”, finalizó.