Mujeres de todo el país vuelven a protestar contra la violencia machista. Será hoy (miércoles 19 de octubre), con dos acciones concretas: la primera es un paro, que se realizará en los lugares de trabajo de 13.00 a 14.00, y la segunda es una marcha.

El reclamo se organizó después del cruento femicidio de Lucía Pérez Montero, la chica marplatense violada salvajemente y asesinada el 8 de octubre.

En Mendoza, a  la consigna de “Ni Una Menos” se le suma un reclamo más: evitar la designación de José Virgilio Valerio para integrar la Suprema Corte de Justicia. El juez, cuestionado por sus fallos “homofóbicos y sus decisiones revictimizantes”, según las organizaciones de mujeres que organizaron la protesta, fue el elegido por Alfredo Cornejo para ocupar el lugar vacante en el Máximo Tribunal que dejó Herman Salvini, quien presentó su renuncia hace una semana.

Previamente a la decisión de Cornejo, ya había un reclamo para que se designara a una mujer con perspectiva de género en la Corte, ya que la única que ha integrado el tribunal desde su constitución ha sido Aída Kemelmajer, quien presentó su renuncia en el 2007.

El paro y la movilización la convocan organizaciones de mujeres del Partido Obrero, el PTS, el FpV, la CTA, organizaciones de izquierda, Pan y Rosas, el PTR, el MST, y la Coordinadora Feminista, entre otras.

Las consignas

Al respecto de lo que reclaman las organizaciones de mujeres, la legisladora nacional Soledad Sosa (PO) manifestó que “la convocatoria a un paro es una forma de radicalizar la protesta. Además pensamos que es muy positivo que las mujeres argentinas hayamos tomado el ejemplo las polacas, que lucharon hace poco contra la prohibición del aborto de esta manera”. En el mismo sentido opinó la exdiputada del FpV Marina Femenía: “Queremos terminar la marcha en Casa de Gobierno para reclamarle al gobernador por la postulación del juez Valerio para ocupar la vacante en la Suprema Corte”, manifestó Femenía. Además, agregó que el FpV va a hacer una radio abierta para acompañar la protesta.

Por último, hay que mencionar que se pedirá por el esclarecimiento de los femicidios ocurridos en Mendoza y por la aparición con vida de Johana Chacón, Soledad Olivera y Gisella Gutiérrez.
 

La carta

Matías Pérez Montero, el hermano de la joven marplatense, hizo pública por las redes sociales una carta en la que cuenta lo que está viviendo su familia después de la tortura y asesinato de su hermana Lucía y pidió acompañamiento para que “No hayan nuevas Lucías”.

A continuación, la reproducimos.

La verdad, me hubiera gustado poder ilustrar esta carta con alguna foto mía, riendo junto a mi hermana. O con una foto suya, abrazada por mis viejos. Pero no, no podemos, ni siquiera eso podemos, porque mientras intentamos procesar que la mataron y cómo la mataron, estamos obligados a procesar las amenazas de muerte que caen sobre todos nosotros.

¿Cómo era Lucía? Como el arte, como el rock, como el amor a los animales. Ahí, en cada estrofa de Viejas Locas, en cada pogo ricotero y en cada abrazo a una mascota abandonada, la van a poder encontrar siempre, sonriendo, mimando a su perro y tirando buena onda para todos lados, por las dudas.

Vivía tranquila, sin salir mucho de casa, hasta ese maldito sábado, 8 de octubre. Pasaron a buscarla cerca de las 10, cuando papá ya se había ido a su laburo. Y a las 15, cuando mi mamá llegó de trabajar, encontró el Facebook abierto en su computadora, junto al equipo de mate, porque sí, Lucía creía que iba a volver inmediatamente a su casa. Se la llevaron engañada. A las 18, una amiga me avisó que debíamos ir a la comisaría, porque mi hermana había sufrido un accidente. Nunca podría haber imaginado lo que me esperaba. Al llegar, con mi mamá, la oficial que nos atendió no sabía qué decirnos, de modo que permanecimos diez eternos minutos en la oficina del comisario, hasta que nos dieron la noticia. Y se nos cayó el mundo. Pedí reconocer el cuerpo, pero se negaron. Me rehusé a irme e insistí incansablemente, hasta que pude verlo: estaba en una camilla, con los ojitos entreabiertos, como acostumbraba a dormir.

Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel, los tres sospechosos, hoy están detenidos. Pero no nos alcanza: queremos justicia en serio, que se investiguen todas las causas en las que están involucrados y que cada persona con información pueda ir a la Fiscalía para aportarla. Necesitamos apoyo, sin importar de quién, porque este caso nos compete a todos y no pertenece a ningún sector partidario: se trata de una chica, mi hermana, que murió de una forma horrenda.

Y debemos ser conscientes, sí, porque esta vez le tocó a Lucía sufrir esa bestial violencia de género, pero la próxima te puede pasar a vos, o a la persona que más amás en el mundo. Hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: "Ni una menos".

Sólo así evitaremos que maten a miles de Lucías más. Y sólo así podremos cerrar sus ojos, para verla descansar en paz.