El estado de salud de Jesús Contreras, el hombre que prendieron fuego el sábado por la noche mientras dormía en la vereda, evoluciona favorablemente. Este jueves por la mañana fue sometido a una cirugía de injertos y quedó internado en terapia intensiva del hospital Lagomaggiore para seguir bajo control. Varios médicos trabajan en su caso para lograr que su evolución sea positiva.

Después del ataque, Contreras sufrió serias quemaduras (tipo B) en el costado derecho del torso, ambas manos y pies. Al vivir en la calle corría riesgo de infectarse por no contar con los elementos básicos para higienizarse. De ahí que primero se le realizó una limpieza quirúrgica en las zonas quemadas y luego se le colocaron los injertos con su propia piel para lograr una mejor recuperación.

Según Mario Bustos Guillén, uno de los médicos que atiende a Jesús en el hospital, podrían darle el alta la semana que viene, pero esto dependerá de cómo avancen las partes afectadas de su cuerpo luego de la cirugía. A su vez, los especialistas también deberán evaluar si la medicación para la epilepsia que presenta Contreras es la correcta. Además le harán otros estudios para lograr que las patologías que padece reciban el tratamiento adecuado.

Es de conocimiento público que Jesús es una persona reticente a la atención médica y se niega a estar encerrado. Guillén dijo: “No es que lo tenemos dopado, sí se le da una medicación para que esté tranquilo y se le puedan realizar las intervenciones necesarias de una mejor manera”. El profesional aseguró que intentarán seguir brindándole el apoyo que necesita y  tratarán de hacerle los controles correspondientes una vez que esté fuera del nosocomio.

Los familiares y amigos de Jesús han ido a visitarlo frecuentemente desde su ingreso al hospital. El médico indicó que no notan que esté solo. Así, su familia y amigos lo acompañan en su recuperación y los dejan ingresar a todos mientras Jesús esté en condiciones de recibirlos.