Que los termómetros no bajen de los 30 ºC desde hace al menos siete días no sólo ha generado molestias típicas de la estación veraniega entre los mendocinos. Lejos de esto, la ola de calor que golpea a todo el país, con estimaciones de sensación térmica que han superado los 42 grados centígrados en varias provincias, incluida Mendoza, hicieron crecer las consultas en las guardias de los principales hospitales y centros de salud de la provincia.

Oscar Sagás, subsecretario de Salud de la provincia, aseguró a Unidiversidad que durante este caluroso mes, con respecto al enero anterior, hubo entre un 20 % y un 25% más de personas con cuadros de deshidratación relacionada con el agobiante clima. Así y todo, el funcionario detalló que no ha sido necesario internar a ningún paciente por esta situación.

“Se han incrementado estas consultas, que siguen estando vinculadas con la ola de calor. En algunos casos, han sido deshidrataciones leves y que no requieren de internación”, aseguró Sagás. También alertó sobre las medias a tener en cuenta para evitar complicaciones en lactantes, niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas no transmisibles.

En el caso de los recién nacidos, recordó el funcionario, es fundamental acortar los descansos en el período de lactancia, debido a que los/las pequeños/as requieren de mayores volúmenes de leche, en tanto que los/las menores de cinco años deben tomar abundante líquido, no exponerse al sol e ingerir alimentos con preparaciones simples y más bien ligeros.

“Hemos recibido también consultas con náuseas, vómitos y gastroenteritis, por lo que siempre se busca brindar las indicaciones para corregir estos cuadros”, agregó Sagás, y aclaró que los adultos mayores son propensos a ingerir menos líquido del que en realidad necesitan. Las embarazadas también conforman el grupo más delicado en este aspecto y, de hecho, también crecieron al menos el 15 % las consultas en los hospitales obstétricos como consecuencia de cuadros como la hipotensión arterial, según se indicó desde el área de Salud.

Sagás mencionó además las medidas para evitar la deshidratación. “Es fundamental buscar lugares con sombra, no hacer ejercicio en horarios no recomendados, uso de ropa clara, no exponerse al sol e hidratarse en forma permanente”, dijo. Y aclaró: “No hay otra forma de prevenir, salvo con estas medidas. Es importante tratar de no salir en horas no recomendables”.

La necesidad de cuidar la cadena de frío de los alimentos es otro aspecto relacionado con la ola de calor, ya que con las altas temperaturas, los productos (lácteos y carnes, entre otros) corren un mayor riesgo de contaminación.

Consejo clave: no esperar a tener sed para tomar agua

El doctor Rubén Canaan, jefe de la Unidad de Demanda Espontánea del Adulto del Hospital Universitario, explicó que las medidas de prevención de los cuadros de deshidratación consisten, en primer lugar, en “no esperar a tener sed para tomar agua”. Es necesario consumir un mínimo de dos litros y medio de agua potable por día. En el caso de los adultos mayores, no hay que olvidar que a edades más avanzadas existe una menor percepción de la sensación de sed. Por esto, la administración permanente de agua en estos casos es clave.

Evitar exponerse al sol en forma directa entre las 10 y las 16, utilizar ropa liviana y de colores claros se suman a la importancia de cubrirse la cabeza para no vivenciar sofocones. Entre los síntomas de la deshidratación a tener en cuenta, Canaan mencionó la sed, la astenia o cansancio, decaimiento y mareos. “En casos más extremos, puede aparecer lipotimia”, detalló el profesional.