Tahiana Marrone, la veterana de Malvinas que hoy también da charlas de educación sexual

Sociedad

Ambas realizadoras ya habían trabajado juntas en una obra llamada Bravas!, en la que recuperaban la memoria de mujeres olvidadas en la historia argentina. Cuando dieron por terminado el ciclo, decidieron comenzar a indagar sobre una época que atravesó la Argentina y en la que las veteranas casi no son mencionadas, la guerra de Malvinas. En ese proceso de investigación, dieron con el libro de Alicia Panero, Mujeres Invisibles, que recopila varios testimonios de enfermeras y voluntarias que estuvieron presentes en el conflicto bélico contra Inglaterra.

Imagen: Instagram:@mujeres.malvinas

Ese fue el punto de partida para llegar a Silvia Barrera, una de las veteranas de guerra que relata su historia en el libro. Ella las ayudó a llegar a la propia Panero, que accedió gustosa a que se usara su trabajo como puntapié inicial de una obra de teatro. Todo se dio como una cadena, ya que Barrera funcionó como eslabón para lograr comunicarse con las demás mujeres que, como los soldados, arriesgaron su vida en el conflicto por la soberanía de las islas.

Luego de recopilar todas las historias, las entregaron a Gabriela Aguad, que terminó siendo la guionista de la idea. “Ella hizo toda la dramaturgia y la puesta en escena, además de escribir dos poemas especialmente para la obra”, comentó Strupeni. Esto permitió combinar la posibilidad de contar historias que tiene el teatro con la narración oral, área en la que Simcovich y Strupeni se especializan.

Cuando la guerra finalizó, a las mujeres no les permitieron hablar de lo que vieron: fueron testigos de todos los maltratos que sufrieron los soldados –hacinamiento, falta de atención médica, alimentación deficiente–. En el libro de Panero, se cuenta cómo el Ejército obligó a las veteranas a callarse, por lo que su participación quedó fuera del imaginario social. La idea de Alicia y Miriam fue traer al presente ese pasado de las mujeres que cumplieron una función vital en varias áreas que rondaron el conflicto, como la medicina y la comunicación.

Strupeni comentó a Unidiversidad que la obra comienza con el sonido del viento que rompe contra las olas. Esto da inicio a la historia de Silvia Barrera, que sirvió como instrumentista quirúrgica a bordo del Rompehielos Almirante Irízar. En ese barco convertido en hospital, debió atender a soldados de ambos bandos y fue testigo del lado más oscuro de todo el conflicto. Ahora, luego de varias décadas, puede contar cómo esta dura experiencia la marcó para siempre.

Otro de los relatos que se tratan en la obra teatral es el de las trabajadoras de Comodoro Rivadavia que amasaban pan para los soldados internados en el hospital. A esta tarea se sumaba toda una red de comunicación que tendían con las familias de los veteranos para darles información certera del estado de salud y anímico de los jóvenes heridos. Strupeni comentó que los militares –al mando del Gobierno nacional en ese momento– habían instaurado una censura tan fuerte que era casi imposible saber la verdad de la situación.

Imagen: Instagram:@mujeres.malvinas

“Estas mujeres entraban al hospital para llevar alimentos y contención emocional a los heridos, pero cuando salían, se comunicaban con las familias de los soldados para contarles lo que estaba pasando”, detalló Alicia Strupeni. Para ella, esta es una de las partes más importantes de la obra, además de los monólogos que relatan las emociones que muchas de las mujeres vivieron en los momentos más arduos del conflicto.

La creadora aseguró que cada vez más personas se interesan por conocer esta parte de la historia de Malvinas. En las funciones, han estado presentes varias de las mujeres que dieron su testimonio para la creación del relato. “Ver plasmada su experiencia ha resultado sanador para ellas. Lo que nos llena de satisfacción es saber que su manera de llevar los relatos al escenario fue aceptada por las protagonistas, cuyas experiencias, como ellas mismas lo describen, estuvieron tapadas bajo un manto de neblinas”, sostuvo.

La obra se estrenó en marzo de 2021. Se retrasó un año por el inicio de la pandemia y las autoras querían esperar la habilitación de la presencialidad del público para darla a conocer. Hasta hoy, se han realizado más de 25 funciones en Buenos Aires. La intención es llegar a más lugares del país, por lo que pronto se presentarán en Cuyo, con funciones en San Luis y San Juan.  Alicia comentó que Mujeres al Frente ha recibido propuestas para que el tema sea parte de debates y charlas después de la obra. “El tema es tan movilizador que invariablemente el público se queda conversando”, comentó Strupeni.