Nueva York creó una línea telefónica directa con la oficina del fiscal general para denunciar casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes. Está dirigida a víctimas, testigos y cualquier otra persona con información sobre clérigos pedófilos.

La iniciativa, que surgió a partir del informe revelador de la existencia de al menos 1000 víctimas de abuso en Pensilvania y que involucra a más de 300 religiosos, cuenta con un formulario de quejas en línea, instando a víctimas, testigos y cualquier persona que quiera aportar información a denunciar a curas pedófilos. La línea conecta a los que llaman con la oficina del fiscal general. Todas las acusaciones serán investigadas, y las identidades de los denunciantes serán protegidas, aseguraron los funcionarios.

“El informe del gran jurado de Pensilvania echó luz sobre los actos increíblemente perturbadores y depravados del clero católico, ayudados por una cultura de secreto y encubrimientos”, dijo la fiscal general de NuevaYork, Barbara Underwood. "Las víctimas en Nueva York también merecen ser escuchadas, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para brindarles la justicia que merecen", agregó.

La fiscal Underwood busca un endurecimiento de la ley en Nueva York para permitir a las víctimas iniciar demandas civiles hasta los 50 años y presentar cargos penales hasta los 28 años. La norma establece que no hay límite de tiempo para presentar cargos penales por los delitos sexuales infantiles más graves en esa ciudad, pero solo si esos delitos ocurrieron en 2001 o en años posteriores.

El informe sobre Pensilvania fue el más amplio hasta el momento en Estados Unidos desde que el diario The Boston Globe expuso los abusos de la iglesia en 2002 en Massachusetts. Estas revelaciones incrementaron el llamado a endurecer las leyes en los distintos estados del país, para darles a las víctimas más tiempo para buscar reparación y para que los obispos rindan cuentas.