Luego de la salida del Instituto de Alejandro Cacetta y las polémicas declaraciones del Ministro de Cultura, Pablo Avelluto, la situación del cine argentino se vuelve cada vez más vulnerada. "Establecen casi una intervención en el instituto, por acusaciones no comprobables que se oponen a la ley nacional de cine que establece que el INCAA es una organización autárquica. Más allá de que el presidente es nombrado por el Ejecutivo de la Nación, todo lo que tiene que ver con el cine está regido desde un consejo asesor y por el sector audiovisual en su conjunto", explicó Ciro Novelli, miembro de la Federación Audiovisual Argentina y del Colectivo Audiovisual Leonardo Favio. 

"El tema audiovisual en la Argentina se ha ido deteriorando mucho, muy rápidamente, está produciendo menos, con menos calidad. Esto se vio reflejado en la provincia cuando se suspende la TV abierta. El INCAA tiene una política compleja, es difícil acceder a un financiamento del Instituto", aclaró acerca de la situación del cine en Mendoza. Actualmente, Argentina realiza 170 producciones al año, un número muy reducido acorde a un presupuesto infinitas veces menor que el de las películas de Hollywood.

Sobre la relación con Cacetta, presidente despedido de la institución, "era una persona de amplio diálogo, nombrado por un gobierno del Pro y Cambiemos que discutía. Una de las cosas por las que se le ha acusado es haber mantenido algunos directores de la anterior gestión. En el cine no existe una grieta", explicó Novelli, razón que a veces sirve de excusas para argumentar la crisis. "Quizás es una de las cosas más prestigiosas hacia adentro y hacia afuera. En ese aspecto nosotros defendemos la política audiovisual, no defendemos a ninguna figura", cerró el realizador.