Noticias falsas y desinformación abonan discursos de odio, pero se diferencian por su intencionalidad

En el ecosistema de la información aparecen términos que confundimos, pero no son iguales: noticias falsas, desinformación, posverdad. La batalla perdida contra las nuevas tecnologías, que también se alzan como soporte principal para la difusión de discursos de odio.

Noticias falsas y desinformación abonan discursos de odio, pero se diferencian por su intencionalidad

Desinformación, noticias falsas y posverdad no son lo mismo. Foto: Freepik

Sociedad

Unidiversidad

Publicado el 22 DE FEBRERO DE 2024

Nos llega información que no sabemos hasta qué punto creer. Y nos llega por todos lados: charlas, WhatsApp, redes sociales, medios de comunicación. Las nuevas tecnologías de la comunicación facilitan la difusión y el alcance masivo de los mensajes que pueden ser nocivos cuando se ponen al servicio de la propagación de discursos de odio. 

En la era digital, la circulación y el manejo de la información ha alterado no solo la forma de ser audiencia, sino también las posibilidades de generar contenidos. Es que el acceso masivo a internet significa la democratización de la información, a la vez que corre –o modifica– los márgenes de la veracidad y la calidad informativa. Todo el universo de “lo decible” se sacude desde las bases y los consensos sociales para la convivencia pacífica, también.

Frente a estos “desórdenes informativos”, como audiencia –o como usuarios y usuarias– adoptamos la costumbre de chequear una información: ¿es cierta?; ¿es parcial?; ¿es un recorte o enfoque malintencionado?; ¿es una imagen trucada? En este universo, aparecen términos como desinformación, misinformation, noticia falsa (fake news) o posverdad, que usamos como sinónimos pero no lo son. Su principal diferencia radica en la intencionalidad.

Un artículo de la revista Información, cultura y sociedad, de la UBA, explica que entre esas palabras hay similitudes, diferencias y yuxtaposiciones, y prefiere el uso en inglés porque no hay una correspondencia exacta en la traducción al español. Junto con los discursos de odio, estos términos comparten el ecosistema de la información y amenazan la convivencia humana, afirma la ONU en su campaña #NoAlOdio

Misinformation es información falsa, errónea o engañosa, pero inocua. Es decir, no representa los hechos como son o los representa de manera inexacta, pero puede ser confundida con desconocimiento o ignorancia sobre un tema. Disinformation es información engañosa, incompleta o inexacta intencionalmente. Tergiversar un hecho y presentarlo como verdad es una mentira deliberada. 

El artículo facilita “tres requisitos para identificar una información confiable y que sea útil: que el conocimiento que el emisor desea comunicar sea lo más exacto posible; que el destinatario tenga una serie de conocimientos mínimos sobre lo que se quiere comunicar; que exista un código común entre las partes, es decir, un mismo lenguaje que sirva para analizar y describir el hecho o fenómeno”.

Por su parte, posverdad es un neologismo que se refiere a los discursos que no tienen sustento objetivo y se basan en la mentira. Se caracteriza por relativizar los hechos objetivos o la verdad mediante la emocionalidad y la subjetividad. La lógica pierde terreno frente a discursos verosímiles que apelan a los sentimientos o creencias personales.

Finalmente, las noticias falsas son la batalla perdida de la actualidad. “El progreso tecnológico está definitivamente en el lado de las fake news”, afirma el artículo, porque el acceso a gran cantidad de recursos y la focalización de los mensajes impide corroborar fuentes, autoría y veracidad de la información. 

El razonamiento es transitivo. Discurso de odio es toda comunicación peyorativa o discriminatoria contra una persona o un grupo en función de su religión, etnia, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otras formas de identidad. Estos mensajes también se encuentran en internet. Internet es masivo. Internet es una de las formas más habituales de extender una retórica divisoria a escala mundial. Su alcance pone en peligro la paz en todo el mundo.

El avance de una desinformación y una noticia falsa puede frenarse de la misma forma que sugiere la campaña de ONU frente al discurso de odio: pausar la transmisión, verificar hechos y fuentes, educar para generar conciencia, disputar los sentidos, apoyar a las personas afectadas, denunciar los mensajes en las plataformas.

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