Enrique Bollati, reconocido encuestador de Mendoza, analiza el escenario nacional a nivel político y la incidencia del mismo en la provincia. Advierte por un lado “un gobierno nacional fuerte  que mantienen la iniciativa”; y por otro  “una oposición que cada vez se diluye más, y que en vez de sumar o agrupar empieza a bajar candidatos”. En este punto se refiere a las recientes noticias acerca del recule del líder de Proyecto Sur, Pino Solanas, a pelear la presidencia, como así también a la marcha atrás dada por Eduardo Duhalde a disputar las internas del Peronismo Federal.

También menciona el caso radical en donde la baja del senador Ernesto Sanz ya es un caso cerrado. “Y no por descarte de que no haya quedado claramente establecido que Ricardo Alfonsín es mucho mejor que Sanz y Cobos”, expresó al respecto. Subraya además la situación de indecisión del referente del PRO,  Mauricio Macri, quien aun especula si ir por el sillón de Rivadavia o volcarse de lleno a conseguir un nuevo mandato en Capital.

Bollati sostiene que este panorama de declinación generalizada por parte de la oposición ubica a la gente en un lugar de incertidumbre que no le resulta cómodo. Para el sociólogo esta puede ser una causa por la que una parte los ciudadanos tienden a volcarse por la figura Cristina Fernández.

“Esto hace que la presidenta tenga hoy una intención de votos muy fuerte y una parte inflada”, analiza, y agrega que en el caso en que algún líder de la oposición logre posicionarse le va a quitar una porción de esos puntos a la mandataria”.

Para el encuestador en ese supuesto caso, los 45 puntos de los que hoy goza la figura presidencial, podrían descender a 38 puntos. Sin embargo, advirtió que de no resurgir a tiempo la presencia fuerte de un candidato opositor, la imagen de Cristina Fernández podría aumentar hasta los 65 puntos y de caer lo haría  hasta los 55 puntos. “Un índice que lo mismo garantiza un triunfo irreversible”, sentencia Bollati.

Por otra parte, el sociólogo sostiene que en este marco de creciente tendencia de intención de votos a favor de la presidenta y de marcada dilución de la oposición, empiezan a presentarse grietas dentro del oficialismo.

“Como no hay oposición los únicos problemas que tiene el oficialismo son internos, y tienen que ver con la puja de poder que se da por mantener mayor control de poderes u obtener cargos, ya sean partidarios, electivos, funciones, etc.”, detalla.

El sociólogo considera que este fenómeno que se presenta puertas adentro del partido gobernante  “es natural porque la naturaleza detesta el vacío”. De esta manera el mismo oficialismo empieza a generar oposición. Asimismo considera que la particular situación  no es favorable ni para el partido gobernante ni para el sistema político en general.