El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, declaró ayer que en la reunión que mantuvo el Gobierno con la Confederación General del Trabajo (CGT), no se acordó nada con respecto a la entrega de bonos de fin de año. Dicha entrega busca compensar la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, golpeados por una inflación muy alta. “No se acordó absolutamente nada en esta reunión, se tomó nota simplemente de los reclamos”, explicó el funcionario. Y señaló que el gobierno ya está pensando en alternativas que respalden las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad.  

Desde la central obrera aseguraron que esperarán las definiciones con prudencia. Así lo indicó Juan Carlos Schmid, miembro que conduce la CGT. Según el sindicalista, el compromiso que firmó el Gobierno la semana pasada abrió una expectativa que debe ser respondida por la administración nacional en no más de diez días. Recién después, la central anunciará si efectivamente lleva adelante el paro nacional o no, explicó.

Por su parte, los miembros de la CTA, expresaron su malestar al afirmar que un bono no servirá para calmar la tensión social ni lograr una recuperación del poder adquisitivo. El secretario general del sindicato que nuclea a los trabajadores, Pablo Micheli, pidió la apertura de paritarias, y aseguró que la entrega de un bono a fin de año por parte del gobierno no sería una solución. Y convocó a todas las centrales obreras para llevar adelante un paro general en todo el país, en el caso de no llegar a un acuerdo.

En tanto, el titular de dicho gremio, Hugo Yasky, calificó de "miserable migaja" el bono y también reclamó avanzar con el paro. "Para nosotros, lo que tiene que hacer el gobierno nacional es reabrir las paritarias y parar con los despidos en todo el país, parar con el ajuste, un ajuste económico que sigue multiplicando desocupados y hambre en todo el país", sostuvo.

Frente a los reclamos de paro que hizo la CTA, también habló el ex secretario general de la CGT Hugo Moyano, que pidió no "apurar" ni "presionar" a la CGT porque sus autoridades tienen "la sabiduría y la prudencia necesarias para hacer las cosas cuando corresponda". En cuanto a números, los dirigentes gremiales no arriesgaron una cifra determinada para el bono, salvo el jefe de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, quien pidió que el bono supere los 4 mil pesos.

El Gobierno firmó un acta donde se comprometió a analizar los reclamos y avanzar en las respuestas a través de la búsqueda de consensos con los gremios. Así mismo se analizó el Impuesto a las Ganancias, y destacaron buenas noticias para los trabajadores con salarios medios. Y no tan buenas para los que tienen ingresos más altos. Es que los asalariados con sueldos más altos podrían pasar a tributar más. Este y otros temas, como el piso para ingresar al Impuesto, serán ahora objeto de debate en las dos cámaras.