“Mucha historia junta del vóley en un metro cuadrado”, comenzó diciendo Manolo Rodríguez, exjugador del Club Regatas, allá por los 60. Mejor descripción no se puede expresar, debido a que Rodríguez y Roberto Stracky fueron dos emblemas del vóley local  y estos nutrieron con sabiduría a Luis Testa, entrenador de la Selección Argentina de vóley Sub 19.

“Con Roberto Straky hemos disputado red a red cada partido que nos tocó ser rival y también compartimos el seleccionado. Con Luis nos enfrentamos en muchos clásicos como entrenadores. Por fortuna nos hemos podido dar un abrazo, encontramos”, continuó Manolo, recordando con nostalgia los momentos de gloria. Por su parte, Roberto Straky ha sido un emblema de este deporte en la Universidad Nacional de Cuyo. Además de jugador, ha sido técnico y actualmente se encuentra colaborando con el vóley universitario.

“Este año cumplo 50 años de trayectoria en la universidad, así que es mi segunda casa. Empecé en el 65, salimos doce años campeones consecutivos, siete años invictos. Fui entrenador de todos los equipos femeninos y masculinos de vóley universitarios y selección universitaria. Jugamos muchos torneos, juegos nacionales y juegos universitarios”, narró Straky. A pesar de los años de carrera y la nostalgia que genera ver jugar a cada joven, el antiguo atacante de la Universidad Nacional de Cuyo nos deja una forma diferente de ver la vida: “Todo lo que podés hacer a su debido tiempo, vale. Es como dice Manolo, hemos disfrutado, hemos hecho las cosas a su tiempo. Hemos tenido logros, miro para atrás y estoy contento. No me faltó nada”.

Luis Testa, el más joven de Los Tres Mosqueteros, fue un privilegiado de haberse topado en el camino de esta disciplina con Rodríguez y Straky. Testa es actualmente el entrenador de la Selección Argentina de vóley Sub 19 y viene de obtener el título en el Sudamericano, clasificatorio al Mundial de Bahréin 2017, en Asia.

Feliz por el encuentro con sus dos grandes amigos, el DT de la Selección expresó: “Cuando me incorporé al vóley mendocino en el año 86, Manolo y Roberto ya eran famosos y habían hecho un montón de historia para el vóley mendocino. Soy agradecido de haber aprendido mucho en Mendoza, me he nutrido mucho. Tener la suerte de encontrarme con ellos acá es fantástico. No solamente son excelentes profesionales, sino excelentes personas”.

Analizando el presente de la Selección Argentina de vóley, Testa confirmó: “Con la llegada de Julio Velasco, el vóley masculino ha cambiado bastante. Hemos obtenido subcampeonatos mundiales en menores y juveniles. La selección clasificó al último gran pring en la Liga Mundial y estuvimos muy prendidos en los Juegos Olímpicos. El vóley va a seguir mejorando con Julio Velasco a la cabeza. Él siempre sabe lo que trabajamos abajo, ha bajado líneas de trabajo para las selecciones de base. Trabajamos en base a lo que él nos sugiere”.
 

El abandono de Manolo Rodríguez

El propio Roberto Straky afirma que él y Rodríguez eran enemigos dentro de la cancha y amigos fuera de ella; en palabras propias, “éramos como River y Boca”. Cuando ambos jugadores eran rivales (Rodríguez defendía la casaca del Club Regatas, mientras que Straky, la de la Universidad Nacional de Cuyo), el atacante de la UNCUYO hizo que el armador de Regatas se retirara.

¿Cómo es posible esto? En la década del 60 la Universidad Nacional de Cuyo –con Roberto a la cabeza– tenía un invicto de siete años. Éstos se enfrentaban a Regatas, el equipo de Manolo, en un encuentro sumamente disputado.

Regatas estaba 2 a 0 arriba y tenía el partido casi cocinado. Confiado de ello, el armador expresó: “Si perdemos este partido no juego más al vóley”. El juego del equipo comenzó a decaer y los universitarios a levantar, lo que hizo que el marcador terminara 3 a 2 a favor de la Universidad Nacional de Cuyo y como consecuencia (y fiel a su palabra), Manolo Rodríguez abandonó el Club Regatas.

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