El Instituto Balseiro (IB) apuesta a las telecomunicaciones. De cara a las incipientes transformaciones tecnológica que se están dando en el país con los programas Argentina Conectada y la Televisión Digital Abierta (TDA), la Nación buscó en el área de ciencia y tecnología, un hombre de prestigio que tome el desafío de llevar adelante este proceso de transformaciones en tiempo y forma. Y lo encontró en el Instituto Balseiro. 

En este proceso se realizó el recambio del Director del IB, cayendo la designación, luego de un extenso proceso eleccionario que priorizó los consensos de los distintos sectores que componen el Instituto en la figura del ingeniero en telecomunicaciones, Rubén Oscar Fernández, egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, que desde 1983 trabaja en el Centro Atómico Bariloche.

Por allí pasaron ingenieros de la talla de Rodrigo Módena,Germán Theler, Federico Andrés Mezio Guanes y Mariano Cantero, entre otros. Y físicos como Leandro Tosi, Gustavo Moreno, Nicolás Tognalli y Juan Martin Maldacena.

También hubo desaparecidos de la dictadura. Fueron cuatro los egresados del Instituto Balseiro, algunos más jóvenes que otros, pero todos con promisorias carreras científicas por delante, a quienes la dictadura truncó en la paranoica persecución de los marcados como “sospechosos”. Ellos son: Antonio Manuel Gentile, Susana Flora Grynberg, Eduardo Alfredo Pasquini y Manuel Mario Tarchitzky, todos detenidos-desaparecidos o asesinados durante la dictadura.

En la foto la primera promoción de físicos del Instituto Balseiro en 1958 rodeando al Dr. José A. Balseiro (parado al centro de frente a la cámara). Foto Biblioteca IB.  

Como todo el mundo sabe, el IB es uno de los centros académicos de más prestigio en el país. Pero quizás no todos sepan que de su sede ya egresaron más de 1350 científicos que, en muchos casos, se encuentran en la vanguardia dentro de sus disciplinas, la física y la ingeniería, que todos los profesores deben ser investigadores y que todos los estudiantes deben dedicarse al estudio con exclusividad.

El examen de ingreso es muy riguroso y solo se incorporan actualmente unos 40 aspirantes por camada. Como bien puede deducirse de su nombre, fue fundado por el físico José Balseiro durante los últimos meses del segundo gobierno de Perón. Balseiro fue quien puso al descubierto la farsa de Richter, y cuando murió, en 1962, el Instituto ya daba sus primeros pasos en un campo científico vastísimo que en verdad recién se abría.

Un paso a las Telecomunicaciones

El Balseiro que depende de la UNCuyo y la CNEA abrió este año la carrera de Telecomunicaciones donde se apuesta a la formación y entrenamiento en todas las áreas relacionadas con las ciencias de la información y la tecnología de las telecomunicaciones.

“Es un recurso que se considera estratégico para el desarrollo del país y en esa área había una vacancia”, explicó Fernández quien agregó: “Tenemos que responder a la sociedad, no estamos ahí para analizar la inmortalidad al cangrejo lo cual quizás haya que hacerlo alguna vez, si llega a tener un impacto social”.

El cargo de director del IB lo propone la CNEA y luego lo define el Consejo Superior de la UNCuyo. Así es que el ingeniero Fernández fue designado Director el pasado 24 de mayo. Se espera la aceptación de director de la carrera de Telecomunicaciones a partir de setiembre próximo del físico argentino, graduado en el IB, Hugo Safar, quien volverá repatriado de Estados Unidos. 

¿Qué hace un ingeniero en Telecomunicaciones?

El perfil de ingeniero que se forma en el Balseiro le permite abordar en su vida profesional la resolución de problemas tecnológicos complejos y desafiantes. Esta formación es aplicable a todas las carreras de ingeniería existentes en el IB: nuclear, mecánica y ahora telecomunicaciones. Contribuiremos a que nuestro país pueda llegar a formar sus propios doctores en Ingeniería en Telecomunicaciones, con niveles de excelencia similares a los existentes en otros lugares del mundo, tal como ya se hace en las otras carreras. La inserción laboral de estos nuevos ingenieros está garantizada antes de comenzar, no solamente por las demandas de recursos humanos altamente especializados por parte del propio estado nacional sino por las  empresas de tecnología en el área de las telecomunicaciones que están acompañando  los desafíos planteados en la misma.

¿Qué presupuesto va a manejar?

Sin entrar en números absolutos que muchas veces no quieren decir nada, estamos en condiciones de afirmar que se cuenta con un presupuesto importante totalmente acorde con el desafío planteado y que el mismo está garantizado desde la Nación. El Balseiro tiene algunas particularidades que se mantienen a lo largo de los años: los estudiantes tienen la posibilidad de vivir en el mismo campus donde estudian, lo cual implica que hay que construir un nuevo pabellón de dormitorios adicionales a los ya existentes; nuevos laboratorios equipados con equipamiento en muchos casos muy costoso. Se necesitan más aulas, más bibliografía específica de telecomunicaciones en la biblioteca, contratar nuevos docentes e investigadores y pagar las becas a los alumnos  que ingresen a estudiar esta nueva oferta educativa avalada por la UNCuyo y la CNEA como viene sucediendo desde hace ya casi 60 años.

¿Cuáles son sus desafíos?

Solamente por mencionar uno: llevar banda ancha en zonas con alta densidad poblacional es fácil y es lo que van a buscar todos los prestadores privados priorizando la rentabilidad del servicio dado. La cosa es cómo llegar a lugares geográficamente aislados y de baja densidad habitacional con la misma calidad de servicio que se tiene en zonas urbanas, por ejemplo en la ciudad de Mendoza. Muy probablemente sea el Estado el que tiene que hacer esto, hay que buscarle la vuelta al tema, este es un gran desafío que nos hemos propuesto. En la solución a este y otros desafíos similares va una parte del cambio en la vida social de las comunidades aisladas y el comienzo de la inclusión.