Pasaron 28 días para que el diputado demócrata, Marcos Niven, apareciera públicamente en dos fases antagónicas. Las dos puntas son: sus quejas por la caída de contratos en su bloque unipersonal, por un lado, y su reclamo por la no aprobación de una ley de su autoría contra el nepotismo, por el otro.

El 2 enero, Niven denunció que el presidente de la Cámara de Diputados, Néstor Parés, hizo caer 11 contratos del bloque del PD que es integrado sólo por él. En esa oportunidad, Parés argumentó que no se podía tener una estructura de personal para un bloque de un solo legislador que a la vez pertenece al oficialista frente Cambia Mendoza.

El jefe de los diputados señaló que viene desde 2015 tomando medidas para que la Cámara Baja no se transforme en una “superestructura que en nada aporta a una gestión de gobierno que, desde un principio, apeló a la responsabilidad y al compromiso de todos los mendocinos para sacar la provincia adelante”. Por eso, el legislador señaló que “en diciembre de 2015 el total de empleados de esta Cámara ascendía a 602 personas, mientras que a enero de este año la planta de personal se redujo en 121 agentes. 

Niven dijo en ese momento que no se respetó la autonomía partidaria del PD como bloque integrante de la alianza gobernante y que, en realidad, se trató de una medida de represalia contra su postura resistente a la ampliación de los integrantes de la Corte impulsada por Alfredo Cornejo.

Ahora Niven esgrime un argumento distinto con el que defendió (e insta al Gobierno provincial a adherir a ella) la iniciativa nacional lanzada por Mauricio Macri, es decir, el plan de reducción de la estructura pública. El diputado "ganso" reclamó que se motorice su proyecto contra el nepotismo que, según el mismo diputado, está cajoneado. Sobre este punto, el parlamentario habló de “ley cajoneada” cuando en realidad se trata de un proyecto de norma.