Claudia, la nieta 117, brindó una conferencia de prensa en Radio Nacional para expresar sus emociones al reencontrarse con su familia biológica. Se trató del primer encuentro con la prensa luego de recuperar su identidad el pasado 31 de agosto. La mujer, de 35 años, agradeció la confidencialidad y seriedad con la que se trató el tema. Aseguró que sus abuelas, María Domínguez y Angelina Caterino, fueron un pilar fundamental para poder entender su pasado. “Me ayudaron un montón. Habían guardado el secreto profesional de tal manera que tuve que contactar y explicarles quién era”, reveló.

La nieta 117 se mostró emocionada al rememorar el día que descubrió su identidad. “No pude pegar un ojo. Cuando me avisaron que el resultado había dado positivo, no pregunté cómo se llamaban mis papás. Veo parecido a mi papá con mi hijo”, remarcó en la radio pública. Además, recordó que cuando se encontró por primera vez con su abuela María, ella llevó unas fotos. "Cuando las vi, me di cuenta de que soy igual a mi papá". Por su parte, María dijo de su nieta: “Es una mezcla de sus padres”. 

Claudia remarcó que fue un proceso entender quién era pero más importante fue poder decírselo a sus hijos. La mujer está casada y tiene tres hijos de 9, 6 y un año. Aseguró que se sorprendió de la reacción de su hija mayor, producto de la información con la que cuentan desde los canales para niños. “A ella le expliqué todo bajado a su realidad. Ella se emocionó al saber la historia. Fue lo que más le impactó”, dijo la mujer.

Luego, la mujer agradeció a los padres adoptivos y aseguró que “ahora tiene cuatro papás”. Reveló que desde que conoció la noticia se ha involucrado en la causa de derechos humanos y que participa en las actividades a las que la invitan.

Su abuela María Domínguez, presidenta de Madres de Plaza de Mayo en Mendoza, aseguró que estaba “muy contenta con la noticia. Es un daño muy grande el que hicieron pero la tenemos acá. Lo único que pedimos es reserva. Es un proceso que recién empieza y queremos cuidarla”, concluyó. 

El 9 de diciembre de 1977, las Fuerzas Armadas secuestraron a su hijo, Walter Domínguez, y a su nuera Gladys. Desde entonces, María no detuvo la búsqueda de su nieto hasta el pasado 31 de agosto, cuando se conoció que la nieta 117 era la suya. La mujer mostro su emoción al rearmar parte de la historia que suma un capítulo más en la construcción de memoria, verdad y justicia.