Qué es un NFT y por qué está cambiando el arte contemporáneo

Sociedad

Un ejemplo sencillo es el de las personas que se convierten en protagonistas de memes. En este ámbito, una foto original se viraliza y comienzan a hacerse miles de copias que circulan por la web. Gracias a los NFT es que este año se llegaron a vender fotos originales de memes por cientos de miles de dólares. Zoë Roth y la familia de Chloe Clem, dos niñas cuya imagen fue viralizada hace varios años, vendieron cada una el NFT de la foto que originó el chiste viral.

Zoë Roth vendió su propio meme por USD 500 mil en abril de este año

Qué pasa con los videojuegos

La economía alrededor de los videojuegos posibilita que muchas personas puedan jugar y ganar dinero. Esto puede resultar difícil de entender para generaciones acostumbradas al sistema tradicional de trabajo, pero ya es una norma en algunos sitios.

El especialista que habló con Unidiversidad, que prefirió mantenerse en el anonimato, contó que en países de bajos ingresos se está dando un fenómeno con el juego Axie Infinity. Niños y niñas con pocos recursos económicos comenzaron a jugar en lugar de terceros a cambio de una remuneración. “Empezaron a ganar más que los padres”, precisó la fuente.

Axie Infinity es un videojuego NFT que permite a los jugadores generar ganancias comprando, criando y vendiendo mascotas digitales "tokenizadas", conocidas como axies. Se pueden ganar entre USD 300 y USD 500 al mes jugando a este juego.

La novedad va más allá del modelo play to earn (jugar para ganar). También sucede que muchos de los artículos que se compran en los juegos, denominados skins, comenzaron a diseñarse como NFT.

“Vos podrías perfectamente jugar a un juego, ganar la espada del poder (para la cual tenés que estar jugando seis meses), y después alquilarla a gente que no tiene ganas de jugar tanto pero que quisiera tenerla –ejemplificó el especialista–. Entonces, por ejemplo, vos podés tener una renta de la espada del poder, que la ganaste jugando en juego, y con eso te comprás un auto”.

También hay publicidad siendo diseñada para los entornos de estos juegos. Como hay tantos gamers pasando horas por estos entornos virtuales, no es raro que los escenarios contengan distintos tipos de publicidades, en objetos, en forma de avisos en las paredes o carteles del juego (como en la vida real).

Bienes raíces virtuales y las múltiples posibilidades que traen

Tener un terreno en un mundo virtual suena un poco más lejano, pero ya sucede. The Sandbox es un mundo virtual actualmente en desarrollo que ya vendió parcelas. Las personas que las adquieren pueden implementar distintas formas de monetizarlos: organizar eventos, convertirlos en tiendas o implementar juegos dentro del mismo juego.

“Yo compré un terreno (…). Nadie sabe que es mío, pero sí es pública la dirección con la cual yo lo compré de Ethereum. Todas las semanas me llegan cuatro o cinco ofertas por el terreno. No lo voy a vender porque todavía es el único que tengo y quiero ver qué puedo hacer con eso”, contó la fuente.

De película

Ready Player One, del autor estadounidense Ernest Cline, fue una novela de éxito en 2011 y luego un éxito cinematográfico en 2018, de la mano de Steven Spielberg. El argumento planteaba un futuro distópico en el que los seres humanos vivían su vida en un juego de realidad virtual, un ambiente mucho más feliz que el que había en el mundo “real”, sobrepoblado, pobre y plagado de chatarra.

En esta obra, las personas pasaban más horas dentro del juego que fuera de él y, jugándolo bien, obtenían dinero real. También gastaban ese dinero para poder mejorar a los personajes que manejaban.

Ready Player One (Steven Spielberg, 2018)

Más allá de la representación exagerada que conlleva una obra ficcional, está claro que Cline supo ver algo que ya pasaba en 2011 y se imaginó un porvenir que hoy parece mucho más cercano: personas pasando el tiempo en un entorno virtual, corriendo aun más el límite entre lo real y lo virtual.