En los últimos días, la popular plataforma de streaming Netflix adelantó el estreno de Cuties, cuyo título original es Mignonnes, una película de la directora franco-senegalesa Maïmouna Doucouré. Habrá que esperar hasta el 9 de septiembre para conocer el contenido del film y tener una opinión al respecto, pero ya está en el ojo de todo el mundo.

Según la sinopsis, la película –Guapis en español– cuenta la historia de una niña atraída por un grupo de baile que contrasta con los valores tradicionalistas de su familia y alienta a sensualizar los bailes porque de esa manera consigue más likes en Instagram. 

En su descripción, Netflix compartió: “Amy tiene once y quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente, entonces empieza a explorar la feminidad y desafiar a su familia religiosa”, con una foto de niñas en pose de baile, vestidas y maquilladas sensualmente. Las críticas sobre la naturalización de la sexualización de las niñas y la cultura de la pedofilia no se hicieron esperar. 

Una campaña mundial en las redes sociales con el hashtag #NetflixPedofilia denunció la forma de promocionar el estreno. Además, recibió alrededor de 150 000 firmas una petición en el sitio change.org para cancelar el film.

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La película de producción francesa fue estrenada el año pasado y su directora, Maïmouna Doucouré comentó que es una crítica a la sexualización de las niñas pero Netflix lo comunicó muy mal y ahora todes pensamos que es una promoción a la pedofilia y sexualización de menores. pic.twitter.com/PoSUnAouiN

Ante esta situación, desde la plataforma debieron responder y cambiaron tanto la imagen como el texto explicativo: “Lamentamos profundamente el diseño inapropiado usado por Cuties. No está bien, tampoco era representativo de la película francesa que se estrenó en Sundance. Hemos actualizado las imágenes y la descripción”.

Hipersexualización infantil, niñas "lindas" en una infancia inexistente

Hace algunas semanas surgió nuevamente el debate sobre las niñas que aparecen en redes sociales o campañas publicitarias con poca ropa o imitando poses de adultos. En este sentido, si bien el feminismo lleva muchas campañas para concientizar sobre esta problemática, las opiniones de la sociedad son diversas.

La película, al parecer, intenta criticar tanto a la sociedad religiosa como a la neoliberal que, a través del dogma o de la cosificación, devienen en la limitación de las libertades de niñas y mujeres. Hasta ahora, y sin saber exactamente de qué se trata, trae más interrogantes que respuestas concretas, pero el análisis, intertanto, es enriquecedor. 

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La película es una crítica tanto a la sociedad religiosa islámica como la sociedad neoliberal hipersexualizada, y es una película feminista.

Más allá de la descripción que Netflix hizo, hay feministas que ponen en duda el contenido del film. “No se puede hacer una crítica a la sexualización de las niñas sexualizando a niñas”, twitteó Paula Fraga.

La trama todavía se desconoce, pero, para bien o para mal, la película ya tiene gran difusión y hasta se sospecha de una maniobra publicitaria de Netflix. En definitiva, resta esperar el estreno para confirmar si las críticas se deben dirigir al film de Maïmouna Doucouré o a la estrategia comercial de la plataforma de streaming.