Una mujer de 34 años que vivía en el conurbano bonaerense murió este martes, luego de haber ingresado el domingo a la noche de urgencia como consecuencia de un aborto clandestino. La verdadera identidad de la joven no trascendió para preservarla, por lo que se la nombró como "Liz".

La mujer tenía dos hijos y el fin de semana se realizó un aborto inseguro. Primero fue trasladada a un hospital en San Martín y después, derivada a terapia intensiva del Hospital General de Pacheco, donde murió este martes a la mañana.

Organizaciones feministas convocaron a una manifestación a las 18 en la Casa de la Provincia de Buenos Aires para despedir a la joven fallecida y reclamar por acceso al aborto seguro. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, junto con la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, difundió el siguiente mensaje: "Como señalamos, desde el 8 de agosto, cada muerta y presa por abortar es responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional y de lxs 40 senadoras y senadores, integrantes del Poder Legislativo, que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida, a la salud y al reconocimiento de nuestra dignidad (...) ¿Cuántas mujeres y personas gestantes muertas más van a necesitar para entender que el aborto debe ser legal, seguro y gratuito en Argentina? La clandestinidad no salva ninguna vida. La clandestinidad mata. Por 'Liz' y tantas otras, ¡será Ley!".

De acuerdo a los datos oficiales, cada año 50 000 mujeres y personas gestantes son internadas por complicaciones provenientes de abortos hechos en forma insegura en la clandestinidad. Se calculan 29 000 abortos por mes, 985 por día y 41 por hora.

“Hacía años que no recibíamos un caso con perejil"

Liz vivía en un barrio humilde de José León Suárez y el domingo ingresó a la guardia con un shock séptico, una infección generalizada, por intentar interrumpirse el embarazo con un tallo de perejil. “Hacía años que no recibíamos un caso con perejil en las guardias. La ilegalidad somete a las mujeres más pobres a las prácticas más desesperadas”, le contó a Página/12 una médica que tuvo acceso al caso, pero que prefirió preservar su nombre.

Una lista que sigue creciendo

Un día antes de que el Senado tratara el proyecto por el aborto legal, que finalmente fue rechazado, otra mujer de 34 años era internada en Mendoza con una hemorragia, fiebre y una avanzada infección, causadas por un aborto incompleto. Debieron extirparle el útero. El domingo anterior se conocía la muerte de Liliana Herrera, de 22 años, en Santiago del Estero, también víctima de un aborto clandestino.