Con dolor la UNCuyo despidió a su vicerrector Gustavo Kent

El sábado, en horas de la tarde se realizó la ceremonia de sepultura de quien fuera el vicerector de la Universidad. Cientos de personas se dieron cita en el CICUNC para acompañar los restos hasta el Parque de Descanso, donde se realizó la ceremonia.Personalidades del mundo político y académico acompañaron en este difícil momento a sus familiares.

Con dolor la UNCuyo despidió a su vicerrector Gustavo Kent

Foto: Axel Lloret

Sociedad

Unidiversidad

Alejandro Rotta

Publicado el 28 DE OCTUBRE DE 2011

A los 54 años y después de luchar contra una enfermedad terminal, el vicerrector de la Uncuyo murió esta tarde en un sanatorio local. Fue docente, decano, presidente de la fundación y vicerrector, entre muchos otros cargos y en cada una de las tareas dejó su impronta de lucha y amor incondicional hacia la Universidad. 
Profundo dolor. Eso es lo que la noticia nos ha causado a quienes tuvimos la oportunidad de conocer y trabajar con Gustavo Kent.

Gustavo, para la crónica, falleció esta tarde víctima de una enfermedad terminal, a la que le peleó hasta último momento. Pero le peleó con entereza, con fuerza, con valor, como peleó en cada una de las causas que lo tuvieron como protagonista.

Fue profesor titular de la cátedra de Legislación Industrial en la carrera de Diseño Industrial de la Facultad de Artes y Diseño, especialista en Docencia Universitaria, fue secretario de Extensión, consejero directivo, consejero superior y decano de la Facultad de Artes y Diseño y presidente de la Fundación de la Universidad Nacional de Cuyo, entre otros muchos cargos.

Se graduó como abogado en la Universidad de Mendoza, y egresó de la Facultad de Artes y Diseño en la especialidad Teatro.








Desde sus tiempos en el Decanato, participó con gran compromiso y dedicación en cada uno de los lugares que le tocó desempeñar.

La Universidad democrática, inclusiva, plural, insertada en la sociedad, con fuerte presencia en el medio, fue desde siempre su meta. Pensó y trabajó en consecuencia con ese pensamiento. Para él la Universidad debía transferir al medio lo que el medio necesite. Necesariamente fue un luchador por la apertura hacia la sociedad.

Le tocó defender a la Uncuyo frente a los embates de Dalvian para quedarse con los terrenos y no dudó en plantarse tal cual era cuando la razón lo asistía. Cuando el rector le transfirió la tarea de terminar las obras del Hospital, peleó hasta el cansancio para lograr la meta.

Desde cada uno de los lugares que ocupó en la Universidad puso su lucha, sus ideales, su entereza de hombre y de profesional.

Hoy, la Universidad llora la pérdida no sólo de su vicerrector. Pierde un militante, un profesional, un soldado universitario. Nosotros los que trabajamos en la Uncuyo perdemos mucho más. Perdemos un amigo.





Fuente: Equipo NU Digital