El adelanto del Archivo de Casos 2018 de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) subraya que el promedio de muertes ocurridas por gatillo fácil, en cárceles o protestas sociales, arroja una alarmante cifra de una persona muerta por violencia institucional cada 22 horas. 

La “enorme cantidad” de información sobre este tipo de casos ocurridos durante el año pasado obligó a la Correpi a postergar la presentación final de su tradicional informe anual sobre la Situación Represiva en la Argentina, que quedó fijada para el 15 de marzo, en Plaza de Mayo.

Aseguran que el número de muertos es tan importante que no pudieron terminar a tiempo el trabajo estadístico que sistemáticamente se realiza desde el año 1996 para registrar "los casos conocidos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal”.

De todas formas reveló que la cantidad total de personas asesinadas por el aparato represivo estatal en lo que va del gobierno de Mauricio Macri equivale a 1206 personas. Esa cifra proviene de la suma de 27 muertes producidas entre el 10 y el 31 de diciembre de 2015, 441 personas del año 2016, 441 correspondientes a 2017 y 297 muertes, conocidas hasta ahora, ocurridas durante 2018.

"Se está produciendo el más fuerte incremento de la represión estatal desde 1983, con un promedio de más de 400 asesinatos estatales al año en el marco de sus diferentes modalidades: gatillo fácil, muertes en lugares de detención, desapariciones forzadas, represión a la protesta o el conflicto social, femicidios de uniforme, etcétera”, dijo a Radio U el abogado de la Correpi, Ismael Jalil.

 

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