Mubarak presentó su renuncia en Egipto
"El presidente Mohamed Hosni Mubarak decidió renunciar a su cargo de
presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las
Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país", dice textualmente un
breve mensaje emitido por el vicepresidente Omar Suleimán. El pueblo,
que ocupa las calles hace 17 días, explotó de alegría.
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El vicepresidente de Egipto Omar Suleiman anunció que el presidente
Hosni Mubarak renunció a la presidencia "por las difíciles
circunstancias que atraviesa el país", según información emitida por la
cadena árabe de televisión Al Jazeera.
"El presidente Mohamed Hosni Mubarak decidió renunciar a su cargo de
presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las
Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país", dice textualmente el
breve mensaje de Suleimán.
A partir de este anuncio, cientos de miles de manifestantes que habían
permanecido en la Plaza Tahir han estallado en júblio porque su
principal reclamo se ha cumplido.
Gritos por toda la plaza, manifestaciones de alegría, cánticos y el
agitar de banderas son las notas predominantes en ese lugar, epicentro
de las protestas públicas contra el régimen de Mubarak, quien estuvo en
el poder desde 1981.
Previo al informe del vicepresidente habían corrido rumores que Hosni
Mubarak y su familia habrían salido de El Cairo según una fuente cercana
al gobierno citada por la agencia AFP, aunque no estaba claro su
destino.
Hosni Mubarak y su familia, anoche abandonaron El Cairo y fueron a la
ciudad de Sharm el Sheij, todavía en Egipto. El presidente despegó desde
un aeropuerto a las afueras de la ciudad y aunque los primeros rumores
indicaban que había salido del país, sólo se habría desplazado al
exterior de la capital, según informó la cadena de noticias Al Arabiya,
con base en Dubai.
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, salió de El Cairo junto a su
familia hacia la localidad turística de Sharm el Sheij, en la península
del Sinaí, para tomarse "un descanso", según informó Al Arabiya.
Poco antes, la cadena de televisión emiratí indicó que el mandatario
había salido con su familia "con destino desconocido" a través del
aeropuerto militar de Almaza, preparado para vuelos internos.
La edición en árabe de la BBC informó hacia el mediodía de que Mubarak
había salido "de Egipto". No obstante, el diario 'Al Ahram' precisó
posteriormente que quien había salido realmente del país había sido el
recién destituido ministro de Finanzas, Youssef Butros Gali, quien
habría partido hacia Beirut junto a su esposa, de nacionalidad libanesa.
Por otra parte, diversas fuentes han asegurado que entre 2.000 y 3.000
personas se han concentrado frente al palacio presidencial en El Cairo
con motivo de la celebración de lo que se ha dado en llamar el "Viernes
de la Despedida" o el "Viernes del Desafío".
Son miles de egipcios que se lanzaron nuevamente a las calles y colman
la plaza Tahir, sumidos en la decepción y la bronca tras el anuncio de
Mubarak, quien reiteró que permanecerá en el poder hasta las elecciones
de septiembre. En tanto, el Ejército emitió un comunicado en el que
pidió el cese de las protestas y se presentó como garante de la
transición.
Los militares se comprometieron a levantar el estado de emergencia, una
de las exigencias clave de la oposición, siempre y cuando los
manifestantes dejen las calles y regresen a sus casas. "El estado de
emergencia se levantará tan pronto como terminen las actuales
circunstancias", reza el comunicado. Los generales también han prometido
elecciones libres y justas pero sin concretar una fecha para
celebrarlas.
Ayer, Mubarak había anunciado en un discurso televisivo que permanecería
en su cargo hasta las elecciones de septiembre próximo, aunque indicó
que transferiría algunos poderes Suleiman, el primero en ocupar el cargo
en el régimen que lleva 30 años.
El discurso de Mubarak fue seguido por cientos de miles de personas en
la plaza Tahrir de El Cairo, quienes gritaban "que se vaya", en una
jornada en la cual circularon versiones de que el mandatario renunciaría
al cargo.
"Les hablo desde lo más profundo de mi corazón y estoy muy orgullosos de
ustedes", dijo Mubarak en referencia a los miles de jóvenes y agregó:
"Estoy escuchando sus reclamos." El mandatario egipcio pidió perdón a
las familias de los más de 300 muertos desde que iniciaron las
protestas, aseguró que no dudará "en castigar a los responsables de la
violencia" y afirmó que "la sangre de los muertos por la violencia no
será en vano".
"He delegado parte del poder al vicepresidente, los poderes del
presidente de acuerdo a la Constitución", dijo Mubarak. En medio de
gritos de protestas en la plaza Tajrir, Mubarak prometió "una transición
pacífica hasta septiembre". Mientras, los manifestantes mostraban sus
zapatos en señal de protesta.
"No voy a aceptar ser sujeto de la presión extranjera", afirmó Mubarak,
en clara alusión a Estados Unidos, cuyo presidente, Barack Obama, dijo
que hoy "estamos siendo testigos de la historia, de las transformación
en Egipto y la gente exige el cambio".
El presidente egipcio reiteró que "no voy a participar en las
elecciones, cumpliré con las responsabilidades de proteger la
Constitución y el pueblo hasta la transferencia de poder, en forma
pacífica" luego de las elecciones de septiembre. Además dijo que
encomendó modificar seis artículos de la Constitución. "Estoy decidido a
cumplir todas las promesas", señaló, al tiempo que aseugró que "ha
comenzado un diálogo nacional, debemos seguir ese camino".
En ese sentido, explicó que se avanzará en eliminar la ley de
Emergencia, vigente desde 1981 y uno de los principales reclamos de la
oposición, "en el momento en el cual se reanude la estabilidad". Mubarak
llamó a "restablecer la confianza entre entre los egipcios, en la
economía", tras admitir que la situación nacional es "difícil" y "no
podemos permitir que esto continúe porque daña día a día la imagen del
país".
Tras el discurso de Mubarak, el vicepresidente egipcio dijo en otro
discurso televisivo que está comprometido a garantizar una "transición
pacífica" y ratificó la continuidad del "diálogo político". Al igual que
Mubarak, el hasta ahora Jefe de los Servicios de Inteligencia, se
refirió a los jóvenes y habló de "revolución de los jóvenes", a quienes
instó a "volver a sus casas, a sus trabajos, el país los necesita".
"No escuchen a la televisión por satélite que no tiene ningún otro
objetivo que propagar el caos, escuchen a sus conciencias y el sentido
comun", pidió Suleimán, abonando la teoría gubernamental de la supuesta
infiltración de extranjeros. Varios cientos de miles de personas
siguieron atentamente el discurso de Mubarak en la plaza de la
liberación, tras lo cual gritaron "Mubarak fuera" y "Nada a Omar
Suleiman", lanzando los zapatos al aire zapatos en señal de repudio.
Al pedido de Suleiman, miles contestaron "Omar, andate. Nosotros no nos
vamos". "Somos más de tres millones hoy acá", afirmó Yasser, de 37 años,
escritor que trabaja en publicidad. "Desde esta noche se unieron a
nosotros todos los escépticos que todavía no creían en la eficacia de
nuestra protesta", agregó, citado por la agencia de noticias ANSA.
En la 17ma. jornada de protestas populares en El Cairo y otras ciudades
del país se sumaron en la capital miles de abogados, médicos y
enfermeros que dejaron sus tareas. Tras el discurso del presidente
egipcio, Hosni Mubarak, en el que delegó algunos poderes a su vice pero
no renunció, miles de manifestantes furiosos se dirigieron rumbo al
edificio de la televisión estatal en El Cairo.
La oposición prevé para hoy en la plaza central una nueva manifestación
masiva, llamada "de los millones de personas" o "de los mártires", en
homenaje a las personas muertas en las protestas, 302 según estimaciones
de Human Rights Watch. Tras el discurso de Mubarak, la proscripta
Hermandad Musulmana reaccionó con críticas a la renuncia incompleta del
jefe de Estado al poder presidencial.
"Su discurso es frustrante e ignora la voluntad popular", señaló Helmi
al-Gazzar, alto miembro del movimiento en Egipto, informó la agencia
DPA. "No hay garantía para sus palabras, porque los poderes delegados a
Suleiman pueden ser cancelados según los poderes otorgados a él por la
Constitución", explicó.