Independencia versus autonomía, centralismo versus federalismo y república versus monarquía fueron las tres grandes antinomias que trazaron la discusión dentro del Congreso de Tucumán en 1816. Ayer, 9 de julio, se cumplieron 200 años de aquel gran acontecimiento histórico que marcó un antes y un después en nuestro destino como argentinos. Como era de esperarse, las calles de Mendoza se pusieron a tono tiñéndose de celeste y blanco para celebrar y conmemorar la Declaración de la Independencia.

La jornada patria empezó a la mañana, muy temprano, con el tradicional Toque de Diana en la casa de la vicegobernadora Laura Montero. A continuación, el festejo independentista se trasladó al Cerro de la Gloria, donde se dio comienzo al acto protocolar. Allí, en la cima del monumento histórico, la mandataria pronunció su discurso, que duró poco más de 15 minutos, en el que rindió homenaje “a todos aquellos que hace 200 años estuvieron dispuestos a morir para entregarnos un futuro”. Seguidamente, dedicó unos instantes a la reforma de la Constitución provincial, cuyos artículos permanecen inalterables desde 1916.

“Quiero hacerles llegar el afectuoso saludo del gobernador Alfredo Cornejo, que se encuentra representándonos en el Congreso de Tucumán”, expresó Montero al empezar su alocución, quien además comparó a su compañero de fórmula con Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza, teniendo en cuenta la presencia del mendocino en tierras tucumanas. Aunque la ceremonia estaba programada para las 10.00, el acto comenzó a las 10.23 cuando la mandataria, el presidente de la Cámara de Diputados, Néstor Pares, y el intendente de Cuidad, Rodolfo Suárez, izaron la bandera nacional, en presencia de alumnos abanderados de más de 50 colegios del Gran Mendoza, de las federaciones gauchas y de la banda musical Talcahuano.

Durante su alocución, Montero rememoró a Maza y Godoy Cruz, las dos grandes personalidades que representaron a Mendoza en Tucumán, afirmando que “rendimos homenaje a todos aquellos que hace 200 años estuvieron dispuestos a morir para conquistar la soberanía e independencia y heredarnos el país que hoy tenemos”. A su vez, subrayó el trabajo de las milicias ciudadanas de aquella época, ya que “fueron ellas las que repelieron las invasiones inglesas y las que lograron declararnos libres en 1810”, sin olvidar a quien fuera el primer gobernador de Mendoza, el General San Martín, al que le destinó unos minutos para honrar “su inmenso legado”.

 

En consonancia con el discurso del presidente Mauricio Macri, y tras hablar de la época independentista, la compañera de Cornejo no pudo evitar referirse al escenario político local: “Hoy nos encontramos con una realidad que muchas veces es difícil y nos tenemos que ocupar de la urgencia. Por eso es que con el gobernador Alfredo Cornejo estamos muy comprometidos con Mendoza y con los mendocinos y sabemos que con planificación, con organización, con buena ejecución y con el control de todos los ciudadanos vamos a hacer un buen gobierno”.
 

Montero y “su” reforma constitucional

Por otro lado, y adentrándose en la coyuntura, Montero recalcó que “así como la epopeya de aquellos tiempos fue conquistar la libertad y la independencia que hoy celebramos, la epopeya de hoy pasa por construir una democracia más poderosa y eso se logra con participación, con instituciones fuertes, y para esto hay herramientas y las estamos poniendo en discusión, como es la reforma de la Constitución”, refiriéndose de esta manera a “su” proyecto tan ambicioso, cuyos debates –por el momento– se vienen extendiendo a través de foros que se materializan en los diferentes departamentos. Mientras tanto, el Gobernador observa la iniciativa de su compañera con cautela, sin siquiera manifestar una objeción, pero tampoco demostrándole un apoyo fervoroso en público.

“Nuestra epopeya –prosiguió su discurso la mandataria mendocina– tiene que ser integrar el territorio mendocino para que no haya ni un solo niño que tenga hambre, ni un solo niño ni una persona que no tenga acceso al sistema de salud, ni un solo niño que no pueda ser educado para herrumbrar su futuro, que sea rico en oportunidades y en realizaciones personales". “Y para esto debemos construir un plan entre todos, un Plan de Ordenamiento Territorial que nos lleve a desarrollar Mendoza, a prever la Mendoza del futuro”, planteó vehementemente Montero.

El planteo de una reforma constitucional no es una novedad. El último intento reformista fue protagonizado por Francisco “Paco” Pérez a fines de 2012. En aquella ocasión, la propuesta fue rechazada por la oposición en general y por Alfredo Cornejo en particular. Sin embargo, las últimas elecciones han modificado notablemente el panorama. En la trama política actual, el oficialismo tiene entre sus aliados a los demócratas, cuya fuerza es propensa, por lo general, a apoyar enmiendas de un artículo. Pero esta vez el PD se encuentra dentro de la coalición gobernante. De ahí que la Vicegobernadora se muestre muy confiada en poder arribar a un acuerdo entre las fuerzas políticas.

Los intentos de modificar nuestra Carta Magna datan de 1983. No obstante, todos ellos colisionaron de frente contra un fallo de la Suprema Corte de Justicia en el que se establecía que la reforma únicamente debía ser votada por más del 50 % de los empadronados. Aída Kemelmajer de Carlucci fue la encargada de redactar ese fallo de 1987.

Para Montero, la reforma de la Constitución tiene como principal propósito actualizar los principios de 1916, los cuales –según su reflexión– no se amoldan a los tiempos que corren. Y agregó: “Tenemos que pensar en los nuevos derechos que les vamos a otorgar a los ciudadanos. También en organismos de control para darles participación y en cómo vamos a prever nuestros recursos hídricos y ambientales. Eso se hace con una Carta Magna”. De ahí que ponga tanto énfasis en un Plan de Ordenamiento Territorial, en el diseño de la matriz productiva, en el Corredor Bioceánico y en una Mendoza logística.

En sintonía con su afán reformista, hizo alusión a la situación de los municipios, específicamente a su autonomía. “Los municipios tienen demasiadas responsabilidades y pocas posibilidades. Creo que hay que empoderar a los departamentos. Eso implica procesos de planificación, de autogestión de la comunidad y tal vez de cierta descentralización de algunos servicios”, indicó Montero. Y concluyó su alocución diciendo que “así como antes fue la libertad y la independencia, hoy tenemos que pensar en la dignidad individual y colectiva de los mendocinos”.
 

Una despedida popular

Una vez terminado el acto protocolar, cerca del mediodía, Montero y su gabinete se trasladaron a los Portones del Parque General San Martín para participar del desfile cívico-militar que concluyó en la Plaza Independencia, en donde por la tarde intervinieron musicalmente Pedro Aznar y el dúo Baglietto-Vitale. Entre los funcionarios que asistieron a la ceremonia junto a la Vicegobernadora estuvieron los ministros Gianni Venier, Dalmiro Garay, Rubén Giacchi, Jaime Correas; los secretarios Diego Gareca, Gabriela Testa y Humberto Mingorance; los intendentes Rodolfo Suárez, Gustavo Soto y Daniel Orozco, y los legisladores Néstor Parés, Juan Carlos Jaliff, Jorge Palero, Ernesto Mancinelli, Daniela García, Carolina Caroglio y Claudia Najul.

De esta manera se ponía fin a los actos oficiales del Bicentenario, cuyas actividades comenzaron con el Cambio de Guardia de la Bandera del Ejército de los Andes en la explanada de la Casa de Gobierno; luego, la inauguración de la muestra del Salón Bicentenario, en el Espacio Contemporáneo de Arte; después, la Velada de Gala con la participación de la Orquesta Filarmónica, en el Teatro Independencia, y la entonación del Himno Nacional Argentino frente al Escudo de la Plaza Independencia.