Luego de haber adquirido cierto protagonismo en el debate sobre el aborto durante la discusión generada por el giro a comisiones, Gabriela Michetti mantuvo un alto perfil en la discusión, quedando muy expuesta su posición contraria frente al tema. “Era ridículo que yo no lo dijera, porque lo he dicho mil veces”, justifica la vicepresidenta de la Nación.

Si bien aclara que “no tenía ninguna intención de militar el tema”, dice haberse sentido “políticamente obligada a equilibrar los tantos”, cuando organizó la foto que se tomaron los legisladores y funcionarios contrarios al aborto. Fue porque consideró que había sido un “error” que desde la otra postura en Cambiemos se planteara primero una fotografía para retratar a los que estaban a favor. “Yo tengo neutralidad absoluta”, aclara frente a las críticas, y asegura que “podría haber hecho más giros para trabar el tema y lo que hice fue lo mismo que Diputados”.

Entrevistada por La Nación, Michetti aclara frente al tema de la Ley de Matrimonio Igualitario que no votó, que no estaba en contra, sino que tenía una duda: el tema de la adopción, “en qué etapa de la sociedad podíamos considerar que la adopción no iba a ser un tema para los niños en términos de discriminación”. Así las cosas, asegura que hoy votaría de manera distinta y reconoce haber dicho al mes de aprobada esa ley que se equivocó.

No cree, en cambio, que pueda llegar a arrepentirse de su postura actual. “Ningún ser humano puede decidir sobre la vida de otro. El Estado debe proteger a todo ser humano concebido, en la tercera edad o en la etapa de embrión”, insiste, convencida de que un embrión tiene los mismos derechos que una persona.

Por otra parte, Michetti aclara que nunca hubiera permitido el aborto en casos de violación. “Lo podés dar en adopción, ver qué te pasa en el embarazo, trabajar con psicólogo, no sé”, señala. Y frente a la situación de la mujer que no querría seguir en ese caso adelante con el embarazo, si bien admitió reconocer el drama que significa esa situación, “hay tantos dramas en la vida que uno no puede solucionar, que no me parece que, porque exista ese drama, digamos que a uno se le terminó la vida. O sea, podés dar en adopción el bebé y no te pasa nada”.

“Para mí, la vida es el derecho más importante de todos”, enfatizó.

Con todo, Gabriela Michetti se mostró partidaria de “despenalizar a la mujer” en la cuestión del aborto, y frente a la realidad que implica que los abortos seguirán siendo clandestinos, sostuvo que se debería avanzar “con políticas de prevención, en cosas que el Estado argentino nunca hizo”. “El aborto está muy ligado a una sociedad que piensa solo en el deseo particular y en su propio ombligo”, concluyó.