Anteriormente las presentaciones de Mi Amigo Invencible en la provincia fueron en grandes escenarios de festivales convocantes, el último fue en el Le Parc donde compartieron escenario con Usted Señálemelo, Trilicos y Pasado Verde y que cerró Juana Molina. Pero el tiempo reducido que le dio la organización (no más de 30 minutos) les dejó gusto a poco a los músicos. Por eso, decidieron volver a Mendoza, pero esta vez con shows más íntimos que les permitió disfrutar más de su público y viceversa.

Así pudieron festejar como se debe de esta década que los encuentra más fuertes y con la mente en proyectos más maduros. Dándose el tiempo para sentir y disfrutar de la música que ellos realmente quieren plasmar en sus nuevas obras discográficas.

La celebración de Mi Amigo Invencible tuvo su última noche en un café del centro, a sala llena. Arrancó pasada la media noche, con el llamado de su público. Entre los primeros temas, la gente coreo “Gato Negro Pasa”, “Más desorden”, “Mateo”, “Esta casa”. Los ritmos y las intensidades iban de la calma coreada al pogo inhibido. Sonó a continuación “Gato blanco atrincherado”, “Los lobos”, “Hacernos Extraños” y “Máquina del tiempo”, marcando un recorrido por la trilogía de discos ilustrados por Fede Calandria: “Relatos de un Incendio”, “La Nostalgia Soundsystem” y “La danza de los principiantes”.

Bajando la intensidad sonó “Noches de Ciencia Ficción”, “La danza de los principiantes”, luego aumentó con “Días de Campos Minados” y “Edmundo Año Cero”. Continuaron con “Descanso Sobre Ruinas”, “Ajeno en una Peluquería” y “Mansa Curda”. El show llegó a su fin con “Me cuide tanto”, “Los Pájaros”, “Leningrado” y a pedido del publico sumaron  “Nada peor que la sed” y “El Cóndor”. Cerrando así un recital de dos horas, donde recorrieron intensamente su discografía.