Meta candombe

Mendoza fue sede de un encuentro regional de candomberos. "La Llamada del candombe" tuvo lugar el pasado sábado en un local de Las Heras. 

Meta candombe

Cultura

Unidiversidad

Jeremías Cascallares

Publicado el 11 DE MAYO DE 2012

El encuentro buscó difundir y ampliar el candombe como expresión cultural en las barriadas de Mendoza. Participaron de la organización La Pérgola (Mendoza) Chicalá Estación (Mendoza), La Sudaka Africana de San Luis y el Rejunte compuesta por percusionistas de Candombe. 

La Pérgola es un grupo de percusión conformado en 2010 por veinte personas amantes de los tambores, bailarines y banderero. Su nombre hace alusión a que se reúnen periódicamente en la pérgola del parque Cívico de Ciudad. 

  En una entrevista con NU Digital, Tomás, Florencia y Julián, integrantes del grupo, profundizaron sobre aspectos referidos a esta práctica en la provincia y detallaron características del encuentro en donde esperan una nutrida participación de los amantes de esta manifestación cultural.  

“La Llamada es el primer evento que hacemos como grupo. Sabemos que las comparsas somos pocas y la idea es que este encuentro empiece a generar una mayor práctica del candombe en todo el país y hacerlo en la provincia es todo un desafío”, explicó Tomás.

Los organizadores invitaron a que se sumen personas que posean tambores en sus casas y tengas “ganas de tocar”. Indicaron que hay gente que se puede sentir seducida por el candombe por lo cual pueden participar aquellos que quieran y puedan. 

Un poco de historia El candombe es un ritmo que nace de los esclavos, en Uruguay, durante la colonia. Se toca con tres clases de tambores (piano, repique y chico) que forman lo que se denomina una cuerda. 

La comparsa es el conjunto de esos tambores, con un número que ronda los 28 instrumentos junto a los bailarines. En este ritmo existen tres personajes que simbolizan el espíritu del candombe: mamá vieja, el gramillero y escobero.

El Portal Candombe, señala que la primera representa la sabiduría, buonomía y la ancianidad. A su vez, el gramillero es el yuyero, brujo o curandero y encarna a la vida tribal del pueblo africano que fue trasplantado a América. Por último, el escobero, es quien anima el candombe y “abre los caminos con su escobilla para que la comparsa tenga un buen desempeño”. 

El candombe es “la propia voz de lo que no podés decir en lo cotidiano, lo que no te pudiste dar cuenta de lo que pasó. Son las palabras que dijiste, las palabras que te guardaste, lo que preferiste hacer, lo que no llegaste a hacer. Todo eso son los tambores y el candombe”, explicó Flor. Julián agregó que el tambor en sí, más que un canal de expresión, "es un medio inexplicable". 

Los integrantes de La Pérgola advierten que ellos” no son uruguayos” ni descendientes de africanos. Son mendocinos y practican el candombe por gusto. “Siempre me llamó la atención del candombe. Apenas vi y escuché cómo es, me di cuenta que es un ritmo al alcance de todos. No es un ritmo de acompañamiento a algo, sino que es percusión y baile. 

El número de participación es muy amplio y eso abre las puertas”, señaló Tomás. 
Julián explicó que el candombe, más que una expresión artística, es una expresión de libertad. “Porque de esa manera se puede salir a decir todo aquello que quiere expresar”. 

“No es un músico arriba de un escenario -, advirtió Tomás- sino que todos los participantes cumplen un rol esencial. Quien no toca, baila, lleva las escobas, lleva las estrellas, lleva el estandarte, es muy amplio”. 

“Para participar no hacen falta condiciones, admite todo tipo de persona y esa es la idea, que sea de todos. Lo maravilloso de esta práctica es ver que se conforma un grupo de otro tipo. Si bien tocar el tambor es muy importante, se crea un grupo de gente muy unida que comparte el momento, que sale a la calle y se expresa”, agregó. 

El tambor como unificación
 “Desde un análisis musical, los tamboriles son súper repetitivos, estas tres o cuatro horas haciendo lo mismo. Increíble. Pero eso genera cierta conexión y uno se olvida lo que está tocando y pasa a ser parte del todo. Perdés tu individualidad, pero estas ahí, pasas a formar parte del todo, pero estas ahí”, explicó Tomás. 

Los percusionistas nos indican que el clima que se genera entre las distintas personas cuando se ubican tras sus tambores genera un diálogo. “Algo complicado de explicar, pero fácil de vivir”, aseguró Tomas.

Parece algo tan sencillo como inspirador cuando los músicos explican la energía que se produce a la hora de tocar. 

Esta energía que crece cuando las personas que no están tocando pueden participar y expresarse en los momentos de comunión que se producen a través del candombe. 

“La importancia que tiene su activida logra trascender las estructuras y paredes que se generan entre las personas”, explicó Julián. El músico hace alusión al poder de los tambores para forjar el derrumbe de las individualidades y pasar a ser parte de un todo. 

Un todo que también permite dejar de pensar que el otro es diferente, porque se está compartiendo un mismo fenómeno con aquellos que también son tambores en ese momento. 

“El candombe es comunicación, es lo que tenemos para decir, que genera en vos un cambio, una movilización, si lo haces bien mejor y si no, no importa, es mi palabra y está buena compartirla”, agrega Flor. 

“Lo interesante es que es un mundo, una visión distinta a la que no estamos acostumbrados”, cuya idea –advierten- es poder acercar el candombe a la barriada y los niños, como una herramienta fundamental para arraigar a Mendoza con su identidad cultural”.

“Lo bueno es que después de tocar un rato, estamos todos sintonizados en el mismo lugar. No es una meditación, pero logra meterte en un estado donde encontrás una fundición con los demás”, explican los músicos.

Festival de candombe

Video de candombe de La Pérgola