La situación política de Venezuela no quedó fuera de la Cumbre del Mercosur. La seguidilla de cruces entre manifestantes y miembros de la policía en el país que comanda Nicolás Maduro llevó a las autoridades de los países miembros del Mercado Común a elaborar un documento que se leerá el viernes 21 de julio. En este contexto el vicecanciller argentino, Guillermo Raimondi explicó en conferencia de prensa que el documento no contemplará suspensiones económicas para Venezuela.

“No están previstas las sanciones comerciales y tampoco la expulsión”, dijo el vicecanciller aunque aclaró que continuará la suspensión y se aplicarán otras medidas para mantener los procesos democráticos de la región, una característica con la que debe contar -aclaró- todos los países que integran el Mercosur.

El funcionario nacional explicó que es importante que el Mercosur condene los hechos de violencia que ocurrieron en el país que preside Nicolás Maduro y pidió a las autoridades venezolanas que desistan de realizar una elección para una asamblea constituyente. “Estamos dispuestos a ayudar para que esa sociedad pueda vivir en paz”, fueron sus palabras.

El viceministro indicó que la suspensión es de tinte jurídico por lo que no se afectará la situación económica de la región. “Aplicar medidas en los comercial podría generar un  fuerte impacto negativo en la región”. Según indicó existe preocupación en los países que forman parte del Mercosur en especial por el deterioro institucional en el que se encuentra el país latinoamericano que puede derivar en el la aplicación del protocolo de Ushuaia.

“Estamos considerando ahora pensar algo en lo político. El extremo que está contenido en el protocolo de Ushuaia, (la situación de Venezuela) puede derivar en una suspensión total”, agregó Raimondi. Según su visión la expulsión sería contraproducente y no es deseable que eso ocurra porque la situación en la que se encuentra es coyuntural.

¿Y Brasil?

El vicecanciller explicó que si bien Brasil se encuentra en una situación política complicada, en especial por las denuncias de corrupción que hay contra el presidente Michael Temer, la institucionalidad del país carioca es muy fuerte y no hay peligros para la negociación comercial.

“Consideramos que lo está tratando la Justicia brasileña. Están en pleno estado de derecho en brasil, y dentro de su esquema, resolverán la situación”, sintetizó.