A las 17.43 de este miércoles 9 de diciembre, Laura Montero juró, por la patria y por su honor, su cargo como vicegobernadora de Mendoza. Dos minutos después le tomó juramento a Alfredo Cornejo como gobernador. Breve, sin estridencias, y con una mezcla de emoción y seriedad, se produjo la jura de las nuevas autoridades que tendrán la responsabilidad de conducir los destinos de la Provincia los próximos cuatro años.

Luego de dar la bienvenida a todos los presentes y de agradecer a los militantes, Montero le habló a los mendocinos. "Quiero que sepan que no nos vamos a quedar detrás de los escritorios, ni nos vamos a confundir con la suntuosidad de los palacios. Queremos cosas sencillas, que nos hagan vivir mejor y que nos solucionen los problemas", dijo la vicegobernadora.

Montero se tomó unos minutos para agradecer a su familia, en especial a sus padres, a sus hermanos y a sus hijas, y luego instó a los legisladores a "empoderar su tarea, trabajar por la claridad, por la transparencia, por democratizar la democracia. Esta (por la Legislatura) es una casa de representación, pero tiene que ser la casa de todos. Tenemos nosotros, los representantes, que estar cercanos al sentir de la gente". En función de ello, pidió a los diputados y senadores echar mano de los mecanismos que prevé la Constitución para dar pie a la participación ciudadana, "a través de las iniciativas populares, las consultas, las audiencias". Concretamente, dijo: "Tenemos que crear esos vasos comunicantes, fuertes, que nos unan a los dirigentes con la ciudadanía. A esa tarea los convoco".

Además de decir que la Legislatura "será una autopista para el Ejecutivo", Montero pidió "generar otros enlaces, con el Poder Judicial, con las universidades, con las organizaciones del tercer sector. Tenemos que ser los que demos calidad a nuestras instituciones. Eso se logra si y sólo si tenemos el respeto, el diálogo político y sabemos escucharnos. Tenemos que elevar la calidad del debate político".

Por último, la vicegobernadora hizo mención a su condición de mujer, en especial acerca de que es la primera en la historia mendocina que llega a ocupar ese puesto. Dijo que los padres fundadores de Mendoza tuvieron visiones de mediano y largo plazo y que ahora es tiempo de replanificar. "Nos cabe, con horizonte fuerte, potente, alto, resignificar culturalmente el rol del hombre y de la mujer. Hoy la mujer ocupa un rol distinto, tal vez aún no en la representación en términos de equidad, tal vez no en la participación de la fuerza laboral, pero ya nada nos diferencia. Tenemos que asumir el desafío de resignificar los roles. La tarea codo a codo y juntos a la par es mucho más inteligente y potente para resover problemas. La mirada del hombre y la mujer da soluciones más integrales de los problemas. Ese es nuestro gran desafío de este milenio. Quiero que a través mío se proyecten muchas mujeres mendocinas, porque esta es la primera vez que una mujer ocupa esta banca, quiero que la mujer llegue a puestos de decisión pero juntos, codo a codo, con esa mirada que necesitamos".