Derechos humanos: un concepto que sigue calando hondo en una Argentina históricamente acostumbrada a tener que plantarse para defenderlos. El mundo los celebra el 10 de diciembre, y la jornada es una oportunidad para detenerse y observar cómo se vislumbra el panorama en Mendoza. La situación no es nada positiva, según las organizaciones civiles.

En palabras de Lucas Lecour, titular de Xumek, las asociaciones de derechos humanos advierten “un retroceso importante no solo en las políticas, sino también en lo discursivo" ya que "discursivamente se atacan cuestiones que pensamos que no se iban a volver a atacar. Hay una xenofobia y un discurso bastante fuerte en el Gobierno que se replica después en la sociedad”.

Xumek, que significa “sol” en huarpe, es una organización no gubernamental sin fines de lucro que promueve y protege los derechos humanos. Está integrada por profesionales y estudiantes de diversas disciplinas de las ciencias sociales. Todos los años, la institución presenta un informe en el que analiza la situación de los derechos humanos en la provincia. El correspondiente a 2017 será presentado el jueves 14, a las 12, en el Cilindro Central del CICUNC.

Como anticipo del informe, su presidente remarcó que hay un aumento de la violencia institucional en la provincia. También hizo referencia a las condiciones en las que se encuentran las cárceles mendocinas: “En las penitenciarías hay una violación permanente a los derechos humanos de las personas privadas de libertad”.

Lecour hizo, además, referencia al caso Próvolo al denunciar la tardanza del Estado en la atención integral a las víctimas, “que no tenían cómo ir a declarar porque no tenían ni siquiera los medios”. También destacó los intentos de ataques a la independencia de la Justicia, tras el fallido proyecto de ley que contemplaba la ampliación de los miembros de la Suprema Corte.

En la contracara, Lecour rescató “avances que se han dado en algunas políticas de género”, pero de todos modos concluyó en que lo que más le preocupa es la ausencia de una política pública con perspectiva de derechos humanos, con reconocimiento a las minorías y los sectores más vulnerables.

Además de la presentación y de un cierre con música, en la presentación del informe se hará un reconcimiento a Silvia Ontivero, una luchadora de los derechos humanos que fue secuestrada y vivió en primera persona el terrorismo de Estado durante la última dictadura militar. Posteriormente, y tras sufrir el asesinato de su hijo Alejo Hunau, se dedicó incansablemente a militar y testificó en los juicios contra los represores. Su última aparición pública fue cuando José Valerio se incorporó a la Suprema Corte de Justicia.