Los fallecidos en siniestros viales en la provincia de Mendoza disminuyeron de manera notable tras la implementación de las modificaciones a la Ley de Seguridad Vial (9024), que establecen –entre otras cosas– altas penas para quienes conduzcan alcoholizados. En febrero, las víctimas fatales fueron 4, la cifra más baja de los últimos 20 años, teniendo en cuenta que durante ese mes las actividades eran normales porque aún no había cuarentena por COVID-19.

Durante ese mismo mes de 2019, se registraron 14 víctimas en accidentes de tránsito, mientras que en 2018 y 2017 se contabilizaron 12 y 28 muertos respectivamente. El antecedente con menos fallecidos en un mes se produjo en septiembre de 2014 y en noviembre de 2016, con 5 víctimas fatales en cada uno de ellos.

Para las autoridades, este escenario responde también al trabajo diario conjunto con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, con la cual se realizan tareas de concientización, prevención y capacitación, y al aumento de controles de tránsito por parte de la Policía y los municipios.

Orlando Corvalán, director de la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial de la Secretaría de Servicios Públicos, indicó que la seguridad vial es un tema que requiere de acciones diarias por parte de la Provincia. “Las estadísticas indican que este trabajo conjunto se traduce en datos alentadores, ya que ha bajado la cantidad de víctimas fatales”, sostuvo.

En esa línea, destacó que la Policía Vial, con sus controles permanentes de velocidad y alcoholemia, más el trabajo de los municipios, con sus juzgados de tránsito y los juzgados de tránsito especiales, han contribuido a lograr estos resultados. “Tenemos que continuar con los controles, la educación vial y la infraestructura adecuada para seguir mejorando. También debemos profundizar en la tarea para mejorar hábitos: insistir en la prohibición del uso del celular al conducir, en que la población use bien el cinturón de seguridad y en que los menores de 12 años viajen en la parte trasera del auto en sus butacas homologadas”, sostuvo Corvalán.

Recomendaciones en el Día de la Seguridad Vial

La seguridad dentro del automóvil

• Todas las personas en un vehículo deben llevar abrochado el cinturón de seguridad, tanto en los asientos delanteros como traseros;
• Los menores de 12 años tienen que viajar en los asientos de atrás con cinturón abrochado;
• Los menores de 4 años deben ir en butacas (sistemas de retención infantil) homologadas (ver apartado sobre grupos por edades y peso);
• Compruebe que las bandas del cinturón no estén torcidas o enganchadas. Coloque la banda horizontal lo más baja posible, entre la pelvis y los muslos, nunca sobre el abdomen;
• Ajuste la altura del anclaje superior para que la banda diagonal no toque el cuello;
• Las embarazadas deben colocarse la banda diagonal entre los senos y la cinta inferior bajo el abdomen;
• Use el cinturón en las plazas traseras, por su bien y por el de los que viajan en las delanteras.

Los chicos en el auto

Al seleccionar un sistema de retención infantil, hay que saber que se clasifican en función de las medidas corporales del niño, siendo el peso el factor fundamental:

• El Grupo 0, que abarca bebés desde el nacimiento hasta los 10 kg;
• El Grupo 0+ es para niños con un peso menor a los 13 kg;
• El Grupo I es para niños de entre 9 y 18 kg;
• El Grupo II para niños entre 15 y 25 kg;
• Y por último el Grupo III para niños con peso entre 22 y 36 kg.

Para los grupos 0 y 0+, es recomendable utilizar la butaca de seguridad colocada en la parte trasera del auto en sentido contrario a la marcha. Para los grupos I y II, la butaca puede ir colocada en el mismo sentido a la marcha del automóvil. Por último, para el Grupo III se pueden utilizar busters o butacas adaptables en altura y peso.