Al igual que en el resto del país, en Mendoza también crecieron los casos de dengue en poco tiempo. En la última semana, la provincia reportó 118 contagios al Sistema Nacional de Vigilancia. La directora de Epidemiología, Andrea Falaschi, aclaró que la situación es muy dinámica y se están notificando casos en todos los horarios. En el periodo epidémico que comenzó en agosto del año pasado, el Ministerio de Salud provincial reportó 370 casos hasta la semana 9 –que arrancó el 4 de marzo–, 36 de los cuales no poseen antecedentes de viaje, es decir que son autóctonos.

Falaschi indicó que Mendoza tiene el Aedes aegypti –el mosquito vector de la enfermedad– en todos los departamentos de la provincia. La mayoría de los casos fueron detectados en departamentos del Gran Mendoza. De ellos, Godoy Cruz y Guaymallén son los que tienen los brotes más activos, pero también hay casos en San Rafael. Los casos autóctonos están en Capital, Luján, Maipú y General Alvear.

“Si tomamos los casos que se han activado desde el 4 de marzo hasta ahora, tenemos 118 casos reportados al Sistema Nacional de Vigilancia, lo que indica que estamos sospechando no solo de personas que han viajado a zonas de endemia, como son el NEA o NOA de la Argentina”, dijo Falaschi. La titular de Epidemiología recalcó que Mendoza está en una curva ascendente y que, además, el pico de casos de dengue se ha adelantado con respecto a otros años. “En las primeras notificaciones que hicimos, había casos importados, y a partir de la primera semana de marzo, empezamos a tener más producción de casos autóctonos”, agregó.

La especialista explicó las razones por las cuales Mendoza ahora tiene casos autóctonos, algo que hasta el momento no había sucedido. Dijo que se debe a la plasticidad del mosquito y al modo en que se adapta a los cambios climáticos y a la movilidad de las personas.

Falaschi aclaró que el dengue no se transmite de una persona a otra como la COVID´-19, sino a través de la picadura del mosquito. “Un mosquito hembra pica a una persona que tiene el virus en la sangre, entre los 5 y 7 días que dura la fiebre. Luego, dos días antes y dos días después, y después de siete días de que el mosquito hace el período de incubación, puede picar a otra persona y transmitir la enfermedad”, detalló.

La directora de Epidemiología de la provincia, Andrea Falaschi, explicó que Mendoza está en una curva ascendente de casos de dengue. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

Dengue, a nivel nacional

La vigilancia del dengue en Argentina se realiza por temporadas, desde la semana epidemiológica (SE) 31 de un año hasta la SE 30 del siguiente, adaptándose a la epidemiología del virus, que muestra un pico durante el verano y disminuye hacia el otoño. En lo que va del año, la cantidad de casos de dengue superó de manera exponencial al mismo período de 2023, y casi todas las jurisdicciones del país presentan circulación viral. Además, en muchas se registraron personas internadas y fallecidas.

Durante 2024, desde la SE 1 a la SE 9 se notificaron 78.606 casos de dengue (lo que representa el 82 % de los 95.705 casos registrados en la temporada 2023/2024 hasta el momento. Para el mismo período en 2023, se habían registrado 4317 casos, lo que representa un aumento de 17,2 veces en este año. El mayor número de casos registrados en esta temporada hasta el momento fue en la SE 8/24, con 15.692 casos notificados.

Recomendaciones del Ministerio de Salud

¿Cómo podemos prevenir el dengue?

Disminuir las poblaciones del mosquito Aedes aegypti es la forma más eficaz para cortar el ciclo de transmisión del dengue. En este sentido, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes u objetos que puedan acumular agua. Por ello, es fundamental:

• Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos);
• Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para ello, se recomienda tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables);
• Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada tres días. Recordar frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos;
• Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda;
• Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados;
• Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos;
• Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.

Es importante tener en cuenta que, para reproducirse, el mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes, por lo que resulta clave, además de cambiar el agua, cepillar el interior de dichas paredes para eliminarlos.

La fumigación no es una medida de prevención suficiente para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida de control destinada a eliminar a los mosquitos adultos, pero no es útil para eliminar los huevos ni las larvas. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias, ya que solo se recomienda cuando se detectan personas con cuadros clínicos con sospecha de dengue y para aquellas áreas donde está confirmada la presencia del mosquito vector. A su vez, la fumigación siempre debe ser acompañada por acciones de control y eliminación de todos los recipientes que puedan acumular agua en las casas y espacios públicos.

¿Cómo protegernos de las picaduras del mosquito?

Además de las acciones de prevención, también es importante prevenir las picaduras del mosquito. Para ello:

• Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase;
• Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre;
• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y, cuando sea posible, usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones;
• Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras;
• Utilizar repelentes ambientales, como tabletas (interior) y espirales (exterior).

Es importante tener en cuenta que las personas embarazadas deben extremar los cuidados para protegerse de las picaduras.