“Hay que investigar el tema, por algo lo están haciendo los sanjuaninos. Incluso deberíamos conversarlo con el intendente y con expertos de la Fundación Cullunche”, dijo Mario Campos, subsecretario de Servicios Públicos.

San Juan redujo 35 % de la reproducción de palomas con “nicarbazina”, este método consiste en darles a estas aves maíz con esa droga de uso veterinario, aprobada  y habilitada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). San Juan comenzó en septiembre en el edificio 9 de Julio, este experimento resultó positivo en cuanto a la reproducción de las palomas monitoreadas.

En Mendoza, según explicó Campos, se utiliza repelente para que las palomas no se posen en determinados lugares, mayormente terrazas. Además, la municipalidad solicita colaboración a nivel infraestructura, por ejemplo, n los juzgados de familia, hospitales, iglesias, escuelas que no se construyan edificios o nuevas estructuras, donde el ave pueda posarse o hacer nidos.

Si volvemos el tiempo atrás algo similar se quiso aplicar en la provincia cuando Víctor Fayad era intendente, con la droga Ovo Control P o mejor conocida en la sociedad como "alpiste anticonceptivo" pero la propuesta quedó en aquellos años. Según la especialista veterinaria y presidenta de la Fundación Cullunche, Jeniffer Ibarra, fue una iniciativa que jamás se implementó y no estaba habilitada por SENASA. 

Sin embargo, la nicarbazina no es la única solución para combatir las palomas ya que no esteriliza al animal, sólo debilita la cáscara del huevo impidiendo el desarrollo del pichón.

Para que esta medicación sea efectiva el ave debe ser alimentada todos los días, “funciona como la pastilla anticonceptiva de las mujeres, si un día no la paloma no la come, puede fecundar sus huevos normalmente”, explico Dardo Mur, Ingeniero agrónomo experto en palomas.

Por otro lado, el experto aseguró que este es un método probado en Europa y Estados Unidos, pero habría que construir cebaderos de palomas (donde las palomas vayan a comer) y con el tiempo se lograría una reducción.

“El método funciona pero operativamente es difícil y hay que ver si el municipio puede abarcarlo, no es malo pero creo que hay que complementarlo con otros controles de hábitat, hacer los lugares inhóspitos para las palomas. Se necesita de un programa para eso”, dijo Mur.

Según Ibarra, la nicarbazina es un método que funciona pero, siguiendo la perspectiva de Mur, explicó que hay que realizar otras acciones y seguir con los métodos físicos.

“La limpieza de los edificios es fundamental, le echamos la culpa a las aves pero no se invierte en la limpieza, además hay que capacitar gente que haga ese trabajo específicamente, además cambiar los huevos por pelotitas de ping pong así se las engaña y empollan eso. Por otro lado debería realizarse un estudio de impacto en la naturaleza, porque esa droga también pueden comerlas otras aves”, agrego la veterinaria.